Zero Waste: Panorama actual. Parte II
Una vida zero waste y tendencias ambientalistas. Capítulo III
Paulina Martínez
Publicado el 14 de Noviembre de 2022
No es ninguna novedad que el mundo cada día demande más cuidado y acciones individuales para comenzar a generar un impacto real.
En este sentido, y más allá de ponernos fatalistas o alarmistas con el contexto actual, es verdad que implementar un estilo de vida verde es en realidad más allá de una ideología o preocupación. Se trata de reestructurar tu rutina desde una conciencia más allá de nosotros mismos, y tomar acciones que día con día vayan generando un impacto.
Hablamos de un estilo de vida sostenible que se ha convertido en tendencia a lo largo del mundo. Cada vez son más las personas que se suman a modificar su hábitos para apoyar la conversación del medio ambiente y ayudar a ralentizar los cambios negativos que están sucediendo.
La tendencia de Zero Waste es una que a lo largo del mundo se ha ido extendiendo tanto de manera individual, e incluso de manera política. En el capítulo anterior hablamos sobre el contexto global y cómo se ha manejado esta tendencia hasta a nivel institucional.
Definitivamente, el Zero Waste ha llegado para quedarse y hasta para incrementar en sí mismo. Tanto consumidores como productores están prestando mucha más atención a la calidad de los alimentos, como a las ventajas que les proveen determinados productos en cuanto a salud y presupuesto.
Foto: Hello I'm Nik en Unsplash
Es verdad que también muchas personas ya están comprando en los supermercados granos, cereales, semillas y verduras libres de empaques, sobre todo libres de plástico. Esta demanda ha incrementado tan gradualmente, que ya existen tiendas especializadas en productos al granel en donde puedes obtener también productos de higiene personal.
Igualmente, mucha gente ha comenzado también a tener envases de vidrio en donde guardan cosas que compran para evitar envoltorios. Aunque parezca nimio, es verdad que los alimentos o productos sin envoltorio han representado un ahorro en cuanto a desechos, tanto para el cliente como para las empresas.
Más allá de las acciones individuales, muchas marcas han optado por ofrecer empaques reutilizables o de materiales biodegradables, o también existe la dinámica de ofrecer recargar el producto para quienes lleven sus propios envases.
Claramente, esto supone un reto para el resto de las marcas de alimentación, ya que el contexto está demandando esta adaptación y enfoque en su forma de generar. Igualmente, es importante atenderlo como un futuro que busca simplificar y reducir al máximo toda clase de empaque no amigable con el medio ambiente.
Foto: James Lee en Unsplash
¿Qué se necesita para sumarse a estas prácticas?
Más allá de los envoltorios, es verdad que hay más cosas que se necesitan considerar para comenzar con un estilo de vida zero waste. Debemos ser plenamente conscientes de nuestras decisiones de consumo, tanto en cosas materiales como en el gasto energético.
Igualmente, para reducir desechos es importante que al momento de comprar alimentos, tengamos planeado un menú con el fin de comprar lo justo y necesario para la semana. También considerar tener una preferencia por las verduras y frutas locales y de temporada. Los alimentos cercanos requieren menos consumo energético y generan menos basura por el traslado. Los alimentos cosechados en las cercanías generan menos residuos.
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