Más allá de los términos de moda, los hashtags, los datos estadísticos y las necesidades globales actuales, el veganismo se ha convertido en un estilo de vida con la meta de abolir el maltrato animal, que puede tener consecuencias positivas en nuestra salud y planeta. 

Este estilo de vida ya no significa estar débil y el veganismo ahora también es robusto, enérgico e incluso una tendencia comercial que tiene a estrellas de Hollywood como Leonardo DiCaprio invirtiendo en marcas de papas fritas de garbanzos o a marcas como Ben & Jerry’s lanzando su helado vegano desde hace casi cinco años. Es una tendencia popular y hasta moneda de cambio en la imagen pública de figuras que van de Ariana Grande hasta Stella McCartney.

Imagen: ArtTower en Pîxabay

Alimentación

Y sin irnos a discursos que podrían terminar en desacuerdos, pasemos a la realidad práctica de, por ejemplo, una industria alimentaria que escucha más la demanda de los consumidores y crea nuevas opciones. 

Los beneficios para la salud también han sido respaldados por la Organización Mundial de la Salud y esto ha favorecido que se vuelva una tendencia gastronómica en la comida para llevar, mientras que los supermercados han aprovechado la oportunidad para incluir una mayor gama de productos veganos, incluso de marca propia.

Industria de servicios

Últimamente es más común encontrarnos con restaurantes u opciones veganas, en general, y esto se debe a que México es el país con más población vegetariana en toda Latinoamérica. La Ciudad de México es la ciudad de nuestro país más incluyente respecto a sus opciones alimenticias, tanto en cuestión de restaurantes, como en tiendas para conseguir productos completamente veganos (por supuesto, sin considerar las gastronomías familiares de siempre).

Sin embargo, muy poco se habla de los precios que estos lugares suelen tener, y es que pueden elevarse demasiado. No por esto no vale la pena la experiencia culinaria, pero si ya llevamos una dieta vegetariana o vegana en nuestras vidas diarias, puede ser difícil mantener un ritmo constante cuando las opciones fuera de casa tienen un precio elevado. 

La meta también es que los productos sean más asequibles con el tiempo y uno dedique tiempo a su alimentación, considerando la realidad nutricional de cada producto desde antes de que reciba la etiqueta “vegana” o requiera nuevas cadenas de producción. Sumemos temas como el consumo de productos locales y otros que pueden conocer con mayor profundidad AQUÍ.

Estilo de vida

En las entradas anteriores de esta sección hemos mostrado cómo el veganismo es más que una dieta y se centra en objetivos como, en lo posible, no hacer daño al planeta. Con este fin, el estilo se propaga de los alimentos a ciertos tipos de ropa, maquillaje y hasta actividades.

La relación de uno con la comida es un factor que puede contribuir al bienestar, pero también puede conducir a trastornos alimentarios si se vuelve una tendencia más viral que, en efecto, saludable cualitativamente. Pero bien empleada incluso ayuda a tener un sentido más fuerte de control, relaciones sociales más significativas y un sentido de conexión con otras personas que adoptan esta visión.

Redacción