Disfrutar de un buen café y un buen ambiente en el que la música sea protagonista de toda una experiencia no siempre es sencillo. La Ciudad de México está atiborrada de cafeterías y es que ciudad que se respeta, ciudad que ofrece más allá de las opciones convencionales que las franquicias extranjeras han colocado. 

Tan solo en nuestro país existen un promedio de más de 61 mil cafeterías, de acuerdo con los últimos informes de 2018. Sin embargo, y a pesar de los cambios radicales que han existido en los últimos años desde la pandemia, año con año sigue creciendo la cifra a una tasa de 5.0 por ciento, en las que las cadenas más populares como Starbucks, Punta del Cielo, The Italian Coffee Company, Caffé Macchiato, Cielito Querido Café y los pequeños emprendimientos se mantiene en el mercado compitiendo por conseguir más clientes satisfechos. 

Según el presidente de la Asociación Mexicana de Cafés y Cafeterías de Especialidad (AMCEE), Arturo Hernández, hace 17 años el consumo cafetero por individuo en el país era de 700 gramos. Sin embargo, este ha aumentado a 1.8 kg, esto debido al impulso y crecimiento de este tipo de establecimientos. 

La diferencia radica en que las compañías que se establecen en cadenas se enfocan en el fuerte consumo del café, mientras que los pequeños establecimientos buscan destacar con café de especialidad, ofreciendo productos más exclusivos, algunos más caros y, sobre todo, ofrecer un trato más directo con el consumidor. 

Es por eso que ver nuevos espacios de dispersión en donde ir a disfrutar de una buena taza de café en la soledad o compañía siempre es gratificante. Sobre todo cuando el concepto cambia y la propuesta al consumidor se convierte en algo más que un buen momento, sino en toda una experiencia. 

Café de Nadie, ubicado en la Roma, se trata de una cafetería en la que la promesa es vivir la música en todo su esplendor. Como comensal tienes la oportunidad de escuchar música en la máxima calidad que ofrecen los vinilos, como también existe una amplia carta de cafés y coctelería para disfrutar. 

 

 

 

 

 

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La experiencia de Café de Nadie radica, básicamente, en todo lo que la música puede ofrecer. Es por eso que sus instalaciones y equipos de sonidos Margules son una pieza clave para conseguir un ambiente único. Todo estratégicamente calculado, está diseñado para que la música y las conversaciones de los consumidores no se interrumpan entre sí. 

Además, la iluminación apoya exponencialmente el audio y los sabores de la cafetería. Se trata de una experiencia sensorial total de la que no te arrepentirás de haberte sumergido. En el lugar encontrarás un amplificador de bulbos Clase A, dos bocinas SA-PRO y un exquisito diseño del circuito de audio SA-Seimpro que se rige a partir del Diseño de Ambientación Sonora. 

 

 

 

 

 

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Sí, algo que sólo los expertos y aficionados a la música entenderán con tan sólo describirlo, pero para un simple mortal como nosotros, bastará decir que el interior y diseño del recinto es ya en sí mismo toda una experiencia.  

Si eres aficionado a la literatura y has escuchado hablar sobre el movimiento de poetas estridentistas, entonces seguramente ya habías escuchado hablar de Café de Nadie. Este espacio es completamente nuevo y su nombre está, claramente, inspirado en la cafetería en la que asistían a tertulias poetas y artistas mexicanos como Manuel Maples Arce, Germán List Arzubide y hasta el mismísimo y emblemático pintor, Diego Rivera. 

Café de Nadie es un completo y puro homenaje a la música y el arte en general. Aquí podrás encontrar una amplia colección de más de 3,000 viniles a los que, continuamente, se les está rotando para cambiar la música. Desde un clásico jazz, hasta la cumbia más popular. 

Dónde: Chihuahua 135, Roma Norte, Cuauhtémoc

Horarios: Miércoles a sábado 15 - 2 horas/ Domingo de brunch 12 - 22 horas

Paulina Martínez