Tips básicos para conectarte con tu paz interior
Sin montaña ni casa en el bosque, hazlo desde tu casa
Paulina Martínez
Publicado el 14 de Abril de 2021
No necesitamos vestir una túnica ni vivir en la montaña más alejada de la civilización, para estar conectados con nuestra paz interior. Un simple pero profundo vistazo a nuestro interior puede cambiar por completo nuestro estado anímico y mental.
¿Qué es la paz? Sin adentrarnos en términos filosóficos de alto nivel, hablemos desde lo más profundo a lo más básico, para consolidar un concepto en común.
Es decir, mientras que para la Real Academia Española se refiere a un tema más sociopolítico, ilustrado como una relación de armonía entre las personas, sin enfrentamientos ni conflictos, para las filosofías espirituales orientales, sobre todo la hindú, la paz es un estado interior en el que nuestra mente y alma se encuentran en completa armonía.
Pensemos en el sentido más básico de la palabra, o en su sinónimo: tranquilidad o armonía. Hablemos de la paz interior como ese estado en el que nuestra mente está aquietada, al igual que nuestro corazón.
Bajo la idea de que nuestro estado anímico es reflejado hacia el exterior, tanto con personas como ambientes en general, pensemos en la importancia de conservar un estado en el que la tranquilidad sea la guía de nuestros días.
En nuestro contexto actual es cada vez más difícil entrar en este estado de tranquilizante, pues más allá de estar viviendo una pandemia, la incertidumbre siempre ha sido trofeo de la cotidianidad, uno del que muchos intentamos deshacernos. Por eso pensamos: qué mejor momento que ahora para encontrarnos con nuestra tranquilidad, sin necesidad de retirarnos del mundo en el que, de hecho, vivimos, para encontrarla.
Por eso, y sin tanto concepto, te damos unos cuantos tips sencillos para encontrar la paz en medio del mundo en el que vivimos, prometemos que no tendrás que aparte de cabeza ni hacer veinte saludos al sol para que te sientas en armonía, nos enfocaremos en tips básicos de respiración en los que tanto cuerpo y alma se conectan para arrancar el día de la mejor manera.
Aquí y ahora desde tu respiración
Dejemos de un lado aquellas frases clichés como vivir el “aquí y el ahora”, o la emblemática frase latina carpe diem. Es decir, sin pensar en sus discursos, llevemos la atención hacia nuestra respiración. Inhala y exhala, primero haz tres respiraciones profundas, inhalando en tres segundos, reteniendo el aire tres segundo y después deja que el aire salga por tu nariz o boca (como mejor te sientas) en un periodo de tres segundos, igualmente.
Después de que respiraste así tres veces, intenta llevar el flujo natural de tu respiración y escúchala. Esta es una técnica yóguica que ayuda a entrar en meditación a nuestro cuerpo y mente, y sin necesidad de adentrarnos en ella, basta con hacer estos ejercicios en un espacio tranquilo, para recuperar la serenidad. De esta manera, y sin pensar en frases estrellas, estarás, irremediablemente, viviendo el presente. Al finalizar estos ejercicios de respiración, observa a tu alrededor, camina un poco y verás que los más mínimos detalles están más iluminados que antes.
Más luz, menos oscuridad
Más allá de lo obvio, en donde se señala que hay que alejarnos de aquellos pensamientos y personas negativas, reparemos en nuestra mente y nuestras actitudes. El reflejo de nuestras relaciones habla de nuestro interior, ¿qué estoy haciendo para alejar la negatividad de mi vida? Al practicar el paso uno, en el que se sugiere prestar atención a nuestra respiración, para así mantenernos en el presente y no pasar por alto los detalles, estaremos más conectados con aquellos pensamientos positivos, por ende, al momento en el que sintamos que hay negatividad en el ambiente, seremos capaces de no dejarnos envolver por ella y protegernos.
Sé tú mismo, regresa a tu centro
Al reconocer tu respiración y la luz interna y de tu alrededor (en un sentido entre positivo y negativo), tu paz estará más presente que nunca. Sin embargo, el mundo es una constante variante en la que puede pasar de claros a oscuros en un segundo, por lo que tu paz puede verse perturbada. No te preocupes si pasa, regresa a tu centro, respira hondo y mantén estos sencillos pasos en constante práctica, tente paciencia, la paz también es una tregua con nosotros mismos.
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