Cuando Segismundo (personaje de La vida es sueño, de Calderón de la Barca) se cuestionaba sobre la vida y el paralelismo que habitaba en los sueños, indagaba en las fronteras oníricas e insomnias sobre lo que es real de lo que no. El mundo de los sueños ha planteado una larga lista de posibilidades en las que los encuentros del mundo material en el que transitamos y el mundo inmaterial en el que soñamos, se interrelacionan entre sí. 

“¿Qué es la vida?, una ilusión, una sombra, una ficción ...que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”, divagaba Segismundo, para reconocer la fragilidad del espíritu y el traje en el que habitamos el mundo todos los días. Sin embargo, tal reflexión de escala filosófica y hasta ontológica, nos ha arrojado a espirales en las que los conceptos sobre lo que sucede al momento de dormir deambulan entre los planos esotéricos espirituales, y de pensamiento mágico, como en áreas profesionales y científicas. 

¿Qué son los sueños? La mirada poética conversa, en todo momento, con los abismos de la filosofía, convirtiendo todo en una poética y fenomenología del sueño. Mientras tanto, la observación y perspicacia psicológica asume los sueños como estímulos esencialmente anímicos que representan manifestaciones de fuerzas psíquicas, mismas que durante la vigilia se reprimieron o se hallan impedidas de desplegarse libremente.

A lo largo de los años, el ser humano ha dedicado gran tiempo y estudio al origen de los sueños, pero sobre todo al de sus interpretaciones. Sigmund Freud fue el primer estudioso en dedicarle tiempo serio al estudio en la materia. Asimismo, Freud asumió los sueños como la representación de una realización de un deseo por parte del soñador, incluso las pesadillas. 

En resumen, la teoría interpretativa de los sueños freudianos radica en la relación con la naturaleza de la psicología de sueños inconscientes, en las que la infancia, el lenguaje “hieroglífico” de los sueños y el método ahora calmadamente conocido como psicoanálisis, juegan un papel meramente importante en nuestras visiones contemporáneas.

Sin embargo, al tratarse de un campo de estudio, todo está sujeto a cambios y perspectivas distintas. Hoy en día, tan sólo hace falta googlear alguna pregunta que tengamos y la respuesta saldrá inmediatamente. Lo mismo sucede cuando preguntamos sobre el significado de los sueños, ¿qué significa soñar con murciélagos?, ¿por qué soñé con la muerte de mi perro? Esto y un enorme etcétera sobre las preguntas oníricas en línea. 

Entonces uno se pregunta, ¿estas respuestas que encuentro, “aleatoriamente” en línea, son de fiar? Uno pensaría que es evidente que no, pero en realidad el acceso a la información y ver que tantos han preguntado lo mismo, nos reconforta en pensar que tal vez es verdad. Pero no todo lo existe en internet es falso o está descontextualizado, también hay información verídica. 

¿Qué dice la ciencia?

A decir verdad, la ciencia no ha demostrado ninguna evidencia científica que se haya aceptado del todo sobre la interpretación. Sin embargo, varios científicos y profesionales en el tema han hablado sobre diversas teorías, argumentadas desde una perspectiva meramente científica. 

Más allá de Freud, existen dos teorías contemporáneas bastante interesantes. Primeramente está la de Allan Hobson, importante psiquiatra e investigador estadounidense, y Antti Revonsuo, neurocientífico cognitivo finlandés. 

Al respecto, Allan Hobson menciona que “los sueños no tienen ningún significado, pues sólo son el resultado de los impulsos eléctricos producidos en el tronco cerebral durante la fase REM del sueño”. 

Se trata de una teoría con poco más de 30 años, por lo que incluso puede verse como algo obsoleta. Para empezar, esta teoría tiene un severo problema, pues menciona que sólo se sueña durante la fase REM, pero ya se ha demostrado que esto no es verdad. Existen estudios que revelan que los sueños pueden aparecer en diversas fases del sueño. 

Por otra parte, está lo que sostiene Antti Revonsuo: “el significado de los sueños tiene un valor evolutivo. En este caso, los sueños enriquecen nuestras experiencias relacionadas con situaciones peligrosas o traumáticas y nos permiten estar más preparados para futuros acontecimientos”.

Esta teoría se ha aceptado más abiertamente en el mundo científico como en el mundano, y es que piénsalo, es más común soñar con situaciones negativas o de peligro, en general. 

Sobre la experiencia individual

Igualmente, existen teorías psicodinámicas que le dan un significado concreto a los sueños, y aunque esto depende de la perspectiva y creencia de cada quien, muchas pueden tener dejos de lógica y sentido. Sin embargo, también pueden tratarse de visiones rigurosas que no empatan, precisamente, con la experiencia personal. 

Antes que nada, también es importante destacar que el concepto del significado no es un único camino en un sentido, para todos. Sino, más bien, un vaciado de experiencias personales, en un conjunto de teorías psicodinámicas que interpelan las actitudes inconscientes de cada uno. Es decir, no porque alguien también haya soñado con arañas, significa lo mismo para esa persona. Todo radica en un contexto y experiencia meramente individual. 

El estudio de los sueños tiene mucho que contar, investigar y explorar todavía, pero no cabe duda que cada vez nos vamos acercando más a este enigmático país en el que nuestro inconsciente conecta con algo tan etéreo pero tangible a la vez. 

Por ejemplo, el Instituto del Sueño de Wisconsin ha identificado una “zona caliente” en el cerebro al momento de  que está soñando, e incluso sus investigaciones han podido predecir lo que el sujeto de estudio está soñando, mediante el análisis de ondas cerebrales. 

El país onírico que visitamos cada que cerramos los  ojos y nos desdibujar del mundo real, todavía tiene muchos secretos que revelar. A pesar de que nada sea contundente todavía, es verdad que todos estamos seguros que hemos visitado, al menos una vez, este mismo país en donde casi todo es posible.¿Será que algún día descubramos más allá de ondas y temperaturas cerebrales? ¿Cómo será visitar este país cuando sus misterios dejen de ser tan grandes, o dejen de existir en totalidad?

Paulina Martínez