Cómo preparar un huerto en casa
Vida Verde. Huerto urbano en casa. Capítulo IV
Paulina Martínez
Publicado el 25 de Abril de 2022
Ha llegado el momento de la verdad, es tiempo de que seas una persona autosustentable y amigable con el planeta en donde vives. Hacer tu huerto sólo será el inicio de una larga vida verde en la que buscarás las mejores vías para vivir de una manera mucho más digna y consciente con el medio ambiente.
Antes que nada, piensa en el lugar destinado para tu huerto. Este es el primer y más importante paso, pues tenemos que pensar en todo al momento de seleccionar el sitio en el que vamos a poner nuestro huerto. Los espacios ideales son una terraza, balcón o una ventana.
Se recomienda que la zona escogida sea una iluminada, o que esté orientada hacia el sur para aprovechar el máximo número de horas que otorga el sol, lo ideal es que de entre 8 y 10 horas de luz continua. Igualmente, considera protegerlo de las corrientes de aire, esto es fundamental.
Encuentra el recipiente ideal
De igual forma, antes de pensar en qué maceta va mejor con tu ajo y demás, piensa en la funcionalidad de esta. Considera esto a partir de las dimensiones de tu espacio, ya sea tu balcón, terraza, patio o ventana en donde hayas decidido colocar tu huerto.
Toma en cuenta que en recipientes de 7 a 15 centímetros de profundidad puedes plantar casi de todo, desde zanahorias, tomates, maíz, guisantes, calabazas, rábanos, berenjenas, pepino, albahaca, menta, y más, esto es porque sus raíces no son de gran tamaño.
Un consejo: los maceteros de barro suelen ser mejores que los de plástico, ya que estos últimos no respetan la temperatura de la tierra.
¡Siembra ahora!
Ahora sí la parte divertida, es momento de sembrar y empezar a darle vida al huerto, literalmente. Para esto, viste tus guantes de jardinería y empieza.
Para este paso hay dos opciones: sembrar directamente en el huerto, o sembrar en los contenedores pequeños para después plantarlos en nuestro huerto. Sobre esto, considera que hay cultivos que no pueden trasplantarse, como el rábano o la zanahoria.
Una vez que hayas sembrado, no olvides escoger un buen sustrato. Se recomienda utilizar uno 100% orgánico.
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