Viajes en el tiempo, de teorías y realidades
Ciencia de lo humano. Los imposibles del ahora, la oportunidad del futuro. Capítulo III
Paulina Martínez
Publicado el 22 de Agosto de 2022
Saltar de una época a otra, ir hacia atrás y vivir tiempos que sólo hemos visto en películas o en las fotografías de nuestros padres. Llegar a un futuro y dar el paso temeroso para ver si todas las predicciones distópicas se cumplieron, o si por fin llegamos y colonizamos Marte, lunas de Júpiter y en una de esas hasta encontramos vida.
¿Qué es el tiempo? Un misterio, quizá el más grande hasta ahora para la historia de nuestra humanidad. ¿Cómo explicar el transcurso de los días terrestres y las distorsiones cósmicas afectadas por la gravedad del espacio exterior y sus magnas fuerzas?
Imagen: Elia Pellegrini en Unsplash
Se trata de una pregunta de tantas índoles que desde la filosofía hasta la ciencia se han llegado a disertaciones casi espirituales y místicas. Por ejemplo, alrededor del 400 d.C., San Agustín se preguntaba sobre la paradoja del tiempo: “¿Cómo pueden ser pasado y futuro, cuando el pasado ya no es, y el futuro no es todavía? Respecto al presente , si siempre hubiera presente y nunca llegara a convertirse en pasado, no habría tiempo, sino eternidad”.
Lo que se fue, lo que vendrá y lo que está. Determinamos el tiempo en tres estaciones que son prácticamente una ilusión, pues ni el pasado ni el futuro son verdad, hasta que el instante consolida, apenas roza una superficie y se desvanece. Casi parece una cuestión hasta poética, y es que la ciencia y sus bifurcaciones místicas espirituales no están tan alejadas como muchos han creído.
Más allá de esto, es verdad que hablamos del misterio magno en nuestras conciencias humanas hasta ahora, pero esto no nos ha impedido soñar y navegar en historias ficticias en donde los viajes en el tiempo no son otra cosa más que una posibilidad que buscamos comprender y lograr.
¿Verdaderamente son posibles los viajes en el tiempo? Se trata de una pregunta y un anhelo que nace en nosotros desde la antigüedad, de hecho, el primer libro de ciencia ficción que se escribió al respecto del tema fue Memorias del siglo XX, escrita en 1733 por Samuel Madden, en la que narra la historia de un ángel del año 1997 que viaja a doscientos cincuenta años atrás para entregar a un embajador británico documentos que describen el mundo futuro.
Imagen: Shalaka Gamage en Unsplash
En realidad, historias de estas siempre han existido y es que es verdad que esta pregunta de su posibilidad reside en nosotros desde lo más adentro de nuestro ser. A estas alturas, la ciencia ya tiene más conocimiento sobre las leyes físicas universales que nos rodean, lo que permite una visión más amplia y específica sobre estas grandilocuentes preguntas.
Y aunque todavía no se conoce de que sean en realidad un hecho factible, probablemente estamos más cerca de lograrlo que antes. Al menos esas esperanzas nos las entrega Michio Kaku, divulgador científico y futurista estadounidense, que ha dedicado su vida al estudio de las ciencias desde un visión en donde el futuro cercano encaje con nuestras fantasías más grandilocuentes.
Por otra parte, Igor Smolyaninov y Yu-Ju Hung de la Universidad de Maryland han simulado el nacimiento del universo a través de materiales avanzados que pueden doblar la luz de formas inusuales.
Es decir, este dispositivo demuestra que viajar al futuro es casi posible ya que el tiempo no puede doblarse sobre sí mismo y deshacer los acontecimientos que ya han sucedido. Sin embargo, hasta ahora se tiene la teoría científica que es posible pero hacia adelante.
¿Cuánto falta (vaya la redundancia en el tiempo) para que el futuro sea un viaje de ida y vuelta en nuestra civilización? Cualquiera que sea la respuesta en fechas, lo cierto es que al momento de que sea posible es un hecho que nuestra civilización tendrá un significativo avance evolutivo en sus convicciones, creencias, pero sobre todo en nuestra constitución cerebral y la manera en que procesaremos todo con un nuevo enfoque filosófico.
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