Una vez que logramos despegar del territorio de las ideas para aterrizar en la isla de la acción, ¿qué sigue después? Es decir, después de bajar bien el concepto que traemos en mente, cómo lo hacemos posible. 

En el mundo creativo los procesos que cada artista atraviesa para consolidar su obra son diversos, cada quien encuentra el mejor método que le acomode a sí mismo. Sin embargo, en el mundo de los negocios la cosa cambia y no porque se trate de algo menos creativo, sino porque las metodologías en ese ámbito son mucho más importantes que cualquier otro camino. 

Anteriormente exploramos el origen de una idea o proyecto, para después traducir lo que traemos en mente. El día de hoy hablaremos de cómo ya aterrizada esta idea podemos materializarla. Del plan de negocio al negocio hay un puente, ¿cómo lo cruzamos? 

Etapas esenciales

Para esto hay que pensar en tres etapas: la idea, el plan de marketing y, por último, el desarrollo del producto. 

En cuanto a la etapa de la idea, es necesario tener en cuenta que quizá no eres el primero en tener la idea que tienes en mente, pero sé quien ofrece alternativas que todavía no existen o no son tan recurrentes. Ofrece una solución real a un problema o necesidad de mercado. Igualmente, pregúntate sobre los objetivos que perseguimos y los potenciales clientes que lo necesitan y pagarían por ello. 

Mientras que del plan de marketing es importante considerar el mercado y target para el producto, como la participación prevista en el mercado, el precio y política de los descuentos y la logística y distribución de tu producto o servicio. 

Y, por último, el propósito de este capítulo: el desarrollo del producto o servicio. Se trata de lal etapa de materialización de nuestra idea. Es momento de materializar de forma efectiva nuestro producto o servicio. Para esto es importante tener en cuenta la planeación llevada a cabo en la etapa dos, y después tomar en cuenta:

• Contactar y llegar a acuerdos con posibles proveedores.
• Diseñar una potente página web para comercializar su producto.
• Posicionar el producto para su búsqueda en Internet.
• Abrir diferentes vías de comercialización y publicidad del producto.

Guía práctica para materializar tu proyecto

Antes que nada, es esencial que te hagas las siguientes preguntas: ¿Qué es lo que quiero ofrecer y cómo? ¿Qué medios tengo a mi alcance para materializar mi idea y cuáles no? ¿Es algo innovador?, o, ¿voy a tener mucha competencia?, y si es así, ¿qué hacer para destacar frente al resto?

Antes de seguir, hagamos una pausa y recordemos que para continuar con nuestro proyecto, es mantener la inspiración, por eso recordemos que:

“No tienes que ser un genio, un visionario o graduado para tener éxito. Todo lo que necesitas es perspectiva y un sueño”, dijo una vez el empresario y filántropo multimillonario estadounidense, Michael Dell. 

En el siguiente capítulo ahondaremos más en estos pasos y contenidos que nos inspiren a seguir con nuestro proyecto emprendedor. 

Paulina Martínez