La salud siempre ha sido una prioridad, pero en estos momentos, sin lugar a dudas ha tomado un lugar imprescindible en nuestra vida. Y una de las mejores formas de cuidar de nosotros, es haciendo ejercicio.

Pero si eras de los que podía caminar sin problema algunos kilómetros, y ahora gracias a la cuarentena, caminar unas cuadras te agobia, sin duda, necesitarás más que sólo tenacidad para que se vuelva un hábito.

Por lo que aquí te damos cinco tips para que puedas lograr agregar a tu día a día una rutina de ejercicio.

 

Encuentra lo que te gusta hacer

Si odias el ejercicio posiblemente es que sólo no has encontrado el adecuado. Hay miles de formas de integrar movimientos a nuestra vida, ya sea que tomes clases online, que vayas con todas las precauciones a alguna presencial, que bajes alguna aplicación. 

Si encuentras mucho parecido con lo que sientes en alguna de las siguientes frases, “Odio sentir que me va a explotar el corazón”; “Me aburro a los 5 minutos”; "No tengo mucho tiempo"; o “Me falta fuerza”, aquí te las resolvemos fácilmente.

Si eres partidario de la primera, te recomendamos empezar con ejercicio de baja intensidad, sal a caminar o haz yin yoga, poco a poco trabaja en crear resistencia. Si es la segunda, prueba ejercicios variados que incluyen intervalos de alta intensidad como crossfit o clases de HIIT.

Si es la tercera, te recomendamos clases explosivas de corta duración. HIIT o drills que pongan a prueba tu resistencia (ya sea muscular o cardiaca) son una gran opción para aprovechar el tiempo. Salir a correr subidas y saltar la cuerda son dos opciones efectivas y sencillas. Y por último, si te identificas con la cuarta, encuentra secuencias de yoga o haz ejercicios de fuerza (pero sin pesas) para ir construyendo y reforzando los músculos. Recuerda tomar las modificaciones, una vez las domines, eleva el movimiento. Mantener la forma es la prioridad.

 

No te creas Superman o Superwoman

De nada te va a servir si llevas una vida sin hacer ejercicio, y decides hacer una clase de una hora de crossfit, eso sólo te va a asesinar físicamente y seguro que no quieres revivir aquello. 

El truco es que te pongas metas súper fáciles (como salir a caminar 20 minutos o 15 minutos de yoga) y las cumplas sin sufrir en el proceso. Poco a poco, ve aumentando la duración y la intensidad del movimiento. Una vez que logres establecer el ejercicio como un hábito, ponte metas más grandes y complejas.

 

Amigo de ejercicio, siempre hace todo más fácil

Tener a alguien a tu alrededor hace mucho más fácil las cosas, ya que si consigues a alguien que te escuche en ese proceso o que incluso te acompañe, hace toda la diferencia. Empezando porque si quedas para salir a correr a las 5 de la mañana, por ejemplo, vas a tener la responsabilidad y obligación de levantarte y no dejar a tu amigo plantado. Y viceversa. 

Un equipo siempre permite que sea más fácil, ya que tienes en quién apoyarte.

 

Planea tu semana

La excusa principal para no hacer ejercicio es “no tengo tiempo” y ya es tiempo de dejar de usarla. Siempre hay tiempo si nos lo proponemos, ¿qué tal que en vez de ver dos horas tus redes sociales, sólo lo haces una hora y 45 porque ocuparás 15 minutos para hacer un poco de ejercicio?

Esto sólo es un ejemplo, pero sólo necesitas planear tu agenda de la semana y encontrar esos espacios muertos en los que puedes ejercitarte. Aunque 15 te parezcan muy poco, son mucho para crear un hábito.

 

Aprovecha las aplicaciones y la tecnología a tu favor

Hay muchas aplicaciones que fueron diseñadas para ayudarte con el proceso, ya que van guardando todo tu historial, número de ejercicios, los minutos, etc., incluso algunas tienen una sección de “logros” donde te va felicitando y marcando cada vez que cumples algo.

Esto ayuda a ponerte metas personales y factibles que te van a animar a seguir con el proceso. Si estás realmente comprometido con tu proceso, considera invertir en un smartwatch o una banda, hará tu vida mucho más fácil.

 

 

FOTO: Adobe Stock

Nora Morales