Si no han visto la película El club de la pelea (David Fincher, 1999), sáltense la siguiente parte. Si la han disfrutado, recordarán que en la última escena observamos a una pareja que mira a un rascacielos gigante que se empieza a derrumbar. Se escucha una voz que dice “stop” para iniciar la melodía, los primeros acordes de una de las canciones más emblemáticas de The Pixies, “Where Is My Mind?”. Escuchamos el ruido entre suave y profundo de la guitarra  engañosa, a veces disonante, cíclica y agitada al unísono, dentro de una de las mejores secuencias del cine. 

Es sólo un parte del legado de Pixies, banda formada en 1986 en Boston, Estados Unidos que se caracteriza por sus sonidos, entre melódicos y caóticos, salidos de las entrañas del indie rock, punk y del surf, que ha influido en actos como Nirvana, Radiohead o Weezer, por álbumes como Surfer Rosa (1988), del que se desprende “Where Is My Mind?”, así como Doolittle (1989) o Trompe Le Monde (1991). 

La década de los años 90 estuvo marcada por una interesante variedad de sonidos, aún teníamos algo de metal glam y hard rock, el grunge estaba por estallar y el thrash metal iniciaba su evolución para continuar vigente en el gusto del público.  

Nirvana y Radiohead se disputaban los primeros lugares en las listas de popularidad del rock. Sin embargo, sin los Pixies, Nirvana y compañía no existirían, y junto a Sonic Youth y R.E.M., escribieron uno de los últimos capítulos del rock a fines de los años 80, formando lo que sería y es, la música alternativa o el “indie”. 

Incluso Kurt Cobain, líder de Nirvana (1967-1994) a principios del año 1991, mostraba una maqueta a sus compañeros de una canción incluida en el álbum Nevermind.  

Después de tocarla una y otra vez, bajando el ritmo y añadiendo ritmos de batería, la terminaron y Cobain dijo: "esto suena tanto a los Pixies, que los fans la odiarán". Era canción es “Smells like teen spirit”. En una entrevista posterior a la revista Rolling Stone en 1994, Cobain dijo que buscaba hacer la mejor canción pop, para lo cual debería copiar a los Pixies y su sentido de ser ruidosos y tranquilos al mismo tiempo.  

¿Y qué hace especial a los Pixies? 

Esa revoltosa mezcla de estilos precisamente, procesados de tal forma que en ella encontraron una nueva estructura compositiva, una estructura que los hace ir de lo estridente a lo armónico, de lo suave o lo potente, una estrofa interminable que sube y baja de volumen. Las canciones en The Pixies no tienen solos de guitarras que anuncian el cambio de melodía, las canciones empiezan con un bajo al que se le une progresivamente la batería, luego la guitarra y al final una voz que a veces se desgarrada y luego cae en calma, o todo al revés. 

Para todos los fanáticos de esta banda, cuyas canciones siguen tan vigentes, tendrán la oportunidad de disfrutarla en vivo. La cita es el próximo 18 de mayo en el Teatro Metropólitan. Recientemente lanzaron el álbum Doggerel y regresan de gira para presentarlo junto a sus éxitos en un show bastante completo. 

La banda también estará en el Corona Capital GDL junto a Interpol, Foals, Imagine Dragons, The Chainsmokers, Charlie Puth y más, los próximos 20 y 21 de mayo. 

Iván González