Relaciones 2021, ¿cómo perdonar y sobrevivir en el intento?
Del entendimiento a la reconciliación
Paulina Martínez
Publicado el 25 de Enero de 2021
Si hablamos de relaciones de pareja, un mar de escenas encantadoras comienzan a aparecer en nuestras mentes. Mientras que a la par, en la misma narrativa, un montón de momentos desagradables y turbios comienzan a aparecer para detonarse con la primera película que nos imaginamos.
Nada es blanco o negro en su totalidad. Sin embargo, es claro cuando la tensión y la incomodidad comienzan a trazarse en el guion de una relación de pareja. Desde lo más típico, como los celos, las inseguridades personales, los caprichos y demás, hasta los escenarios más complejos en los que las traiciones nos ponen al filo de una decisión definitiva: perdonar y seguir, o perdonar y decir adiós.
o perdonar, pero a estas alturas ya sería muy repetitivo mencionar que a través de este camino sólo nos generamos más problemas a lo largo del tiempo, así que mejor evitarlos, ¿no?
Sobre el sendero del perdón, una vez elegido ya hemos dado un paso fundamental. Sin embargo, nadie dijo que sería fácil, sobre todo cuando se trata de heridas dispuestas a ser sanadas. Porque por mucho que uno decida perdonar, las decepciones nunca serán un tema ligero ni mucho menos sencillo de disipar en nuestras mentes.
No basta con decir que has perdonado, sino que es necesario sentirlo y vivirlo. Porque por muy grave que haya sido la falla, aprender a perdonar es revitalizador tanto para la relación, como para uno mismo. Es decir, el acto de perdonar resulta benéfico para nuestro estado de ánimo y mental, como para nuestro propio bienestar físico.
Antes de pasar al momento en el que descubrimos el hilo negro del perdón, es importante mencionar que saber perdonar no quiere decir que estaremos dispuestos a quedarnos en una relación en donde son más los momentos negativos que positivos. Hay que tener claro que hay relaciones dañinas que es mejor terminarlas cuanto antes, sobre todo cuando los abusos, agresiones, traiciones y manipulaciones son una constante.
Cómo perdonar a tu pareja…
La base es después de entender que vivimos en una narrativa en la que, inevitablemente, nuestros cercanos siempre, de una u otra forma, terminarán por decepcionarnos. Es mejor verlo todo desde la arista de la empatía, en la que ni dejamos que nos pisen, pero tampoco pisamos, y entonces vemos al otro como un ser humano errante, en el que las fallas son inevitables.
Una buena idea para equilibrar estas fallas, es realizar una lista de los errores que ha cometido tu pareja, de esta manera, te será mucho más claro ver la gravedad de su falla. Igualmente, puedes enlistar las situaciones (contexto) por las que ambos están pasando, esto nos dará un atisbo de empatía, en el que será más claro observar y analizar, para poder llegar a una conclusión. Ojo, que no es lo mismo que una justificación.
En este punto, es fácil predecir que existen dos alternativas. La primera es optar por el diálogo, e incluso asistir a ayuda profesional de manera conjunta. Mientras que si has notado que las faltas son graves y repetitivas, será mejor considerar la relación.
No caigas en las trampas del falso perdón…
Es decir, si has decidido de cuerpo y alma perdonar, es porque has decidido sentirlo y seguir adelante. No caigas en las trampas, no busques inconsciente ni mucho menos conscientemente la venganza, el acumulo de rencor, o recordar continuamente la equivocación, la recriminación constante y reprochar lo que ya se platicó.
El perdón es de dos...
Cuando nos encontramos en una relación de pareja, es muy común que escuchemos la típica frase: “es asunto de dos”. Y es que, no hay una verdad más grande que esa en cuanto a una relación. Es decir, al momento de decidir acompañarnos con otra persona de manera romántica, nos encontramos en un equipo en el que nuestras decisiones personales afectarán de una, u otra forma a la otra persona.
No se trata de dejar que decida la otra persona por nosotros, pero sí de comunicar lo que sucede. De igual forma, al momento de perdonarse, lo más sano será que ambas partes estén dispuestas a cambiar sus patrones de conductas negativas.
Igualmente, es importante que no se repriman sentimientos, por lo que, si es necesario, también es bueno considerar un tiempo de separación para sanar.
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