¿Para qué sirve la divulgación científica?
Ciencia de lo humano. Divulgación científica. Capítulo II
Redacción
Publicado el 23 de Mayo de 2022
La comunicación, en especial lo que llamamos divulgación científica, puede generar apoyo para la investigación o la educación científica e informar para la toma de decisiones políticas y éticas.
Revelar patrones y descubrimientos además inspira la imaginación más sorprendente. Es también una historia de tropiezos y glorias, como toda labor que revela posibilidades antes que fronteras. Como consecuencia, la divulgación puede apoyar la comunicación científica que medie entre los diferentes grupos interesados en las políticas públicas, empresariales y sociales.
¿Se preguntan por otro motivo actual, más allá de los recordatorios anteriores? La pandemia de COVID-19 y la cantidad de fake news, miedo y oportunismo alrededor del tema. Pero no solo sucede con el nuevo coronavirus, sino con el cambio climático, la edición de genes, la nutrición, la atención médica, económica o hasta los chismes e información de OVNIS que presentan en las audiencias del Congreso de los EEUU. El público espera que los investigadores hablen.
La ciencia no es una verdad única ni monolítica, sino que se basa en la observación, en la formulación de hipótesis y procesos para registrar los logros y ponderar con marcos claros y resultados experienciales. Es decir, como con los magos, a la ciencia también le interesa la búsqueda de efectos manejables, pero con fines prácticos, abiertos, de desarrollo de proyectos o del avance de la misma ciencia, pero con base en la evidencia e indispensable traducción en lenguajes matemáticos, pero no solo.
Foto: NASA-Imagery en Pixabay
La prueba y error de los procesos supera el “yo creo” y las realidades alternativas que dominan las narrativas. Es decir, busca decir qué y por qué, de acuerdo a las evidencias actuales. Por eso también se vale de la palabra, para seducir a los escuchas o lectores con la manera de presentar la información.
Desde presentaciones públicas hasta talleres participativos, concursos de ciencia, apariciones en los medios, publicaciones y videos en redes sociales, acompañan a una importante cantidad de libros que son parte de esta cruzada.
Y aunque la responsabilidad y pertinencia de la labor es distinta, los científicos se divertirán igual que cualquiera con Hollywood. Los más interesados quizá rían un poco más por lo que ven. Pero en Hollywood escuchan sobre ciencia y ven una oportunidad. Los cineastas saben que es la fuente de grandes historias, con todo el drama y la acción que requieren los éxitos de taquilla.
Hoy así existe casi una ciencia de la comunicación de esta gama de actividades. Frente al poder y posibilidades de la ciencia, la divulgación es un apoyo y manita de gato para sus difíciles relaciones públicas con la sociedad, para demostrar cuán identificable, memorable y confiable es el trabajo científico.
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