Sin ocaso, cavernícolas, ni música misteriosa, recientemente apareció un misterioso monolito en el desierto de Utah, tan similar al de la legendaria película 2001: Odisea del espacio de Stanley Kubrick, que ya no sabemos si apuntar hacia una gran broma o a las cientos de teorías sobre nuestro posible encuentro con vida extraterrestre. Lo mejor de todo, es que días después desapareció y Rumanía recibió el mismo misterio sin resolver. 

Y aunque ya está por acabar, este 2020 sigue retando el famoso refrán que hace hincapié en que la realidad supera a la ficción. Porque mientras el mundo se pregunta cuándo acabará el año más largo de la historia, la narrativa de la vida y sus espacios en blanco siguen escribiéndose en este guion de manera fortuita. 

Casi como un chiste, una performance del arte contemporáneo o algo realmente inexplicable de corte alienígena, rodea el misterio del monolito metálico que ha aparecido y desaparecido en dos puntos muy alejados en nuestro globo terráqueo. Algo que nos asalta con una sensación de quizás estar viviendo una película de ciencia ficción en la que estas apariciones comienzan aleatoriamente, hasta convertirse en un patrón que nos despierta dudas y, sobre todo, miedo a lo que podamos encontrar después. Sin embargo, el sentimiento de desconfianza hacia estas noticias, y la sensación de estar siendo engañados también acosa nuestros pensamientos tras este hecho. 

No es raro que a raíz de todo esto, la red comenzara a encenderse con miles de caracteres, hilos, publicaciones y hasta memes, de las cientos de teorías de conspiración que habitan detrás de esta estructura metálica. 

Si ya todo es inusual, la manera en que este monolito, con las mismas características del de Utah, apareció en el desierto estadounidense, lo cierto es que su aparición en Rumanía también fue un hallazgo curioso. Para empezar, se localizó en una colina en Europa del Este, para después desaparecer sin ninguna explicación. 

De la mirada testigo y su curioso origen

La escultura, si así podríamos llamarla, sigue siendo de dudoso origen. Sin embargo, los medios locales ya han afirmado que existen testigos que afirman haber visto cómo cuatro personas retiraron la pieza del desierto de Utah, con el fin de evitar que medios de comunicación, turistas y curiosos, llegaran al sitio. 

Mientras que, de acuerdo con el diario británico, Daily Mail, la pieza localizada en la colina Batca Doamnei, cercana a la ciudad rumana de Piatra Neamt, desapareció al igual que el hallado en Utah, en circunstancias completamente desconocidas. Además, en esta ocasión el monolito se hallaba muy cerca de la Fortaleza Petrodava Daciana, un fuerte de los años 82 al 106 antes de Cristo.

Sobre su origen y teorías

Más allá de todos coincidir en que se trata de una pieza bastante similar a la de la cinta de Kubrick, muchos otros aficionados al arte también han recalcado su extremo parecido a las esculturas del fallecido artista John McCracken.

Al respecto, el hijo del artista, Patrick McCracken, aseguró para el New York Times que su padre le dijo en 2002 que le encantaría "dejar sus obras en ambientes perdidos para que fueran descubiertas más tarde". Lo que sin duda nos hace creer que es una teoría bastante acertada. Sin embargo, no se ha logrado confirmar nada aún.

Pero como todo sigue siendo mera especulación, será mejor dejar volar a la imaginación antes de acartonar nuestra mente y pensar que todo se trata de una buena broma sobre arte contemporáneo espacial. Hablando de esto, miles de internautas ya describieron sus teorías sobre el origen de esta pieza, y muchos aseguran que tanto su repentina aparición como desaparición, fue a manos de seres alienígenas. 

Con esta línea de pensamiento, incluso las ilustraciones artísticas sobre esto ya comenzaron a navegar en la red, pero definitivamente la más espectacular, hasta ahora, es la que realizó el usuario Riccardo Marino, quien creó una foto que representa al monolito regresando al espacio, es decir, a su lugar de origen. 

 

 

 

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 Mientras que quienes fueron a buscar el objeto, en Utah, pero no tuvieron la fortuna de encontrarlo, aseguran que "todo lo que quedó en su lugar fue un mensaje escrito en la tierra, que decía 'adiós perra', con una mancha de orina fresca justo al lado". Igualmente, un grupo de turistas instaló unas pequeñas piedras en el lugar donde yacía el pilar de tres metros de altura, a manera de consuelo para quienes llegaron tarde para presenciar de primera mano a la inexplicable pieza metálica. 

 

 

 

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 Sin llegar a una resolución, es un hecho que se trata de un fenómeno bastante curioso. Desde los escenarios que nos han dibujado los cineastas y escritores de ciencia ficción, hasta las posibilidades artísticas y sus discursos vivos. Es decir, mientras no sepamos el verdadero origen, propósito y demás de esta pieza y sus extrañas apariciones, no podemos descartar ninguna teoría que, por muy pirada que suene, sigue siendo la posibilidad de lo que nos hemos cuestionado desde tiempos primitivos. ¿Será que se trata de un contacto alienígena? ¿O simplemente será el capricho de algún artista y sus afanes por llevar el performance a un nivel intergaláctico?

Paulina Martínez