La autosuficiencia es un tema extenso e importante en el planeta y una meta para lograrla es crear viviendas seguras, asequibles y sostenibles en las ciudades, mientras se reducen las emisiones y se desarrollan soluciones para la autosostenibilidad en temas como el alimentario, entre otros más.

Una firma de arquitectura italiana ha proyectado que una ciudad inteligente mexicana sería 100% eficiente energéticamente y autosustentable, moderna y verde. ¿Quién no quisiera? Pero reitera que sin discusión se optaría por energías renovables, un sinfín de espacios verdes y, lo que parece un poco más complejo, canales venecianos, dentro de una nueva forma de urbanismo. Suena bien como proyecto, el chiste es saber cómo, cuándo y la manera de ejecutar cronogramas para que la ciudad logre combinar armoniosamente la naturaleza, el avance y sus complejidades, además de la tecnología. Requerirá de recursos y proyectos intergubernamentales pero, primero, de decisión.

Si pensamos en la vivienda, el desafío de la eficiencia energética en México está en la iluminación, el calentamiento de agua, los electrodomésticos y, en buena medida, en la cocina, lo que ha reflejado la necesidad de servicios energéticamente eficientes, más con el evidente crecimiento del porcentaje de edificios residenciales.

^{Foto: Danist Soh en Unsplash}

Podría seguirme en distintos ejemplos de actividades antes que en el sistema o ecosistema actual. Es más, puedo lanzar comentarios, hipervínculos y no sé cuánta información en redes sociales y pronunciarme sobre los caminos políticos, económicos, sociales, morales y, ¿por qué no?, el futbol. Vamos, sería un experto en todo, para así llegar a la sostenibilidad, aunque olvidaría un asunto: esta no inicia afuera, sino con uno mismo.

La participación en la vida política es importante, pero existen maneras de adoptar la autosuficiencia y la vida sostenible que requieren aprendizaje y disciplina personal. A veces uno entiende que los cambios de hábitos demandan sacrificios, pero también ofrecen grandes beneficios. Por lo mismo, a bote pronto en cuanto a los consejos, si uno es capaz de cultivar sus propias frutas y verduras, este sería un avance importante.

Claro, la autosuficiencia a estos niveles suena bien, pero antes de crear un huerto o limitar nuestra descendencia, podemos tomar acciones más sencillas, como planear y cocinar las comidas. Así es, además de ahorrarse el dinero de comer fuera constantemente, limitas los empaques, recursos excesivos de producción o de los servicios de Delivery. Preparar comidas es un hábito fácil de adoptar que ayuda a evitar el desperdicio de alimentos. Si ya lo haces, considera los comestibles que requieran menos distancia o espacio para llegar hasta el súper, el mercado, la tiendita y, al final, tu hogar. También puedes pensar en insumos que no requieran demasiados recursos de, por ejemplo, agua, o en su conservación.

Foto: Katie Smith en Unsplash

Al cocinarte también puedes tener alimentos en el refrigerador, reducir el desperdicio e incluso pensar en compostas. Uno por uno cada cambio, pero si lo piensas más en otros temas, considera viajar de forma sostenible, comprar con propósito, elegir energías renovables y otros asuntos prácticos además de la comida o agua: reparar o reutilizar la ropa.

Más allá de cuán debatible sea comprar ropa para  solo usarla tres veces, la moda circular ofrece una posible mejora a los problemas de esa industria y los desechos textiles. Cada prenda se puede usar repetidamente antes de reutilizarse en nuevos insumos. Extender la vida útil de las prendas es otro de los pilares para la autosostenibilidad, en la que también podemos favorecer los modelos comerciales de segunda mano y similares.

Además es una oportunidad para ampliar el mercado, sin que con ello se incremente la producción textil de manera innecesaria.

^{Foto: Shanna Camilleri en Unsplash}

Redacción