Método Wim Hof Parte II
Mente, cuerpo y alma. Meditaciones bajo hielo, Wim Hof o Iceman. Capítulo III
Redacción
Publicado el 03 de Octubre de 2022
A través del Método Wim Hof miles de personas han encontrado lo que en este mundo contemporáneo parece únicamente exclusivo de seres iluminados, por ejemplo, los monjes budistas.
Parece que encontrar la paz se ha convertido en la meta más tediosa o de difícil acceso en nuestros tiempos, que a veces se prefiere olvidarla. Sin embargo, es un hecho que optar por ella es, en definitiva, una buena decisión en todo momento.
Sobre todo si pensamos en ella como una forma de alcanzar el equilibrio con nuestra mente, cuerpo y alma. ¿Qué es la paz, si no la quietud provocada por la armonía de la materia?
En este sentido, el Método Wim Hof tiene como objetivo mejorar la salud y el bienestar de las personas, ¿cómo lo logra? Se trata de una combinación de técnicas específicas de respiración, exposición al frío extremo, técnicas de meditación y ejercicios físicos.
Anteriormente mencionamos los tres pilares en los que se enfoca este método: respiración, terapia con frío y compromiso.
Abordaremos el primer caso, que se trata de un mero reflejo de sobrevivencia. La respiración está regulada por el sistema nervioso autónomo, la inhalación de oxígeno es un proceso inconsciente.
La cantidad de oxígeno que inhalamos a través de nuestra respiración influye en la cantidad de energía que se libera en las células de nuestro cuerpo. A nivel molecular, esto progresa a través de varios procesos químicos y fisiológicos.
En realidad, la manera en que respiramos dice mucho de cómo vemos y sentimos la vida. Tanto en un nivel interno, como en uno externo. En este sentido, Wim Hof ha desarrollado ejercicios de respiración en donde nos ayuda a mantener el cuerpo en condiciones óptimas y en absoluto control en las condiciones más extremas.
Los ejercicios de respiración que propone Hof son los siguientes:
Paso 1: ponte cómodo
Adopte una postura de meditación: sentado, acostado, lo que le resulte más cómodo. Asegúrese de que puede expandir sus pulmones libremente sin sentir ninguna constricción.
Paso 2: 30-40 respiraciones profundas
Cierra los ojos y trata de despejar tu mente. Sé consciente de tu respiración e intenta conectarte completamente con ella. Inhala profundamente por la nariz o la boca y exhala sin forzar por la boca. Inhala completamente a través del vientre, luego con el pecho y luego deja ir sin forzar. Repita esto de 30 a 40 veces en ráfagas cortas y poderosas. Puede experimentar mareos y sensaciones de hormigueo en los dedos y los pies. Estos efectos secundarios son completamente inofensivos.
Paso 3: La bodega
Después de la última exhalación, inhala una última vez, tan profundamente como puedas. Luego deje salir el aire y deje de respirar. Aguanta hasta que sientas la necesidad de respirar de nuevo.
Paso 4: respiración de recuperación
Cuando sientas la necesidad de respirar de nuevo, haz una gran inspiración para llenar tus pulmones. Siente cómo se expande tu vientre y tu pecho. Cuando esté a plena capacidad, contén la respiración durante unos 15 segundos y luego suéltala. Eso completa la ronda número uno. Este ciclo se puede repetir 3-4 veces sin intervalos. Después de haber completado el ejercicio de respiración, tómate tu tiempo para disfrutar de la dicha. Este estado de calma es muy propicio para la meditación; no dudes en combinar los dos.
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