La naturaleza sonora de las emociones
Alberto Ugalde
Publicado el 28 de Julio de 2023
Es común que las personas que gozamos de todos los sentidos escuchemos, sobre todo las palabras, apoyados por la vista. Es incluso una reacción inconsciente atender los labios de un orador para comprender mejor sus ideas. Si se piensa de forma inversa, escuchar una grabación de audio con baja calidad y sin video, obliga a esforzarse más para entenderla. Lo comprobamos durante la pandemia, por la dificultad que tuvimos para leer labios dado el uso de los cubrebocas, un escenario que no solo disminuyó la calidad del audio, sino también su comprensión.
Más allá de las consignas esotéricas marca "la comunicación inicia con uno mismo", existen múltiples ventajas de escuchar archivos, canciones, podcasts, audiolibros y demás juegos entre sonidos y silencios con un audio especial.
Quizá antes podemos preguntemos por qué escuchamos. Son muchas las razones, pero si lo hacemos realmente, podemos olvidar el ruido mental y observar nuestras emociones. No importa si estamos activos o no, hacemos ejercicio, bailamos como si nadie estuviera mirando, etc., los sonidos y la música modifican nuestro estado de ánimo.
Escuchar además es un pasaporte mágico con todas las visas. Si nos resulta imposible viajar físicamente a un destino, una selección de audio puede transportarnos a lugares, por ejemplo, boscosos y rebosantes de naturaleza. ¿Quieren experimentar sonidos naturales en la ciudad? Fácil, sintonicen estaciones online como mynoise.net y háganlo.
Esta página ofrece grabaciones de entornos naturales únicos. Recomiendo el de truenos lejanos, aún más si buscan relajarse y concentrarse en el trabajo.
Los cambios e influencia de este poder invisible naturalmente responden a las característica de la energía codificada en ondas y frcuencias. Nos invaden, aunque estemos estáticos, para revelar cómo los entornos se transforman con el paso del tiempo.
Modifican el recorrido. Como el del auto que reproduce canciones, voces, jingles y sonidos de motor por los cuales la carretera deja de ser la misma que jurábamos conocer.
Es la dicha de escuchar el eterno vals entre los sonidos y los silencios, un reflejo más de nuestro viaje interior y su búsqueda de comunión con la existencia.
Foto principal. TemperateSage en Pixabay
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