Pocas veces hablamos de eventos que son vistos en todo el mundo, como cuando hablamos de eventos deportivos. La competencia, el compañerismo y las hazañas increíbles que presenciamos hacen que todo el mundo esté atento.

Tanta atención claro permite que no sólo se inspeccione de pies a cabeza el desempeño de los atletas, sino que también su vestimenta, sus accesorios y sus tintes de cabello. 

Como las jamaiquinas que se llevaron las tres medallas en los 100 metros femenil, con sus tintes de cabello neón, rubio y naranja. O las grandes cadenas de oro que los velocistas llevan en todo momento, o las uñas de acrílico amarillas que Devynne Charlton llevaba en los 100 m con vallas.

Sin duda, cada atleta encuentra su manera de destacar o ser único en los uniformes reglamentarios de toda un país en los Juegos Olímpicos. Pero si hay un lugar en el que cada país busca destacar antes de que el medallero comience a correr, es en la inauguración.

 

 

 

 

 

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Destacar incluso en el ámbito fashionista es crucial para los países. El orgullo de los uniformes nacionales, especialmente de países con marcas y diseñadores reconocidos a nivel mundial, es parte integrante de la competencia y la representación.

Armani, Lacoste, Ralph Lauren, SKIMS, Adidas y Nike son solo algunas de las marcas que harán todo lo posible para vestir a los atletas y convertir los juegos en una verdadera pasarela. Se unen a empresas como H&M, Levi's, Louboutin, Stella McCartney, Halston y Valentino, que han tenido un hechizo en el diseño de los uniformes de los equipos de su país.

Esta es una oportunidad financiera y de marketing imperdible para las marcas de moda. Genera publicidad global y reconocimiento por un largo rato. Simplemente la empresa canadiense Roots vendió 25,000 boinas después de vestir a los héroes deportivos de Estados Unidos con sus jerseys y gorros en 2002.

 

 

 

 

 

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Como un ejemplo más reciente, hablemos de la vestimenta que portó la delegación de Liberia, la cual fue confeccionada por el diseñador Telfar Clemens, ha elevado las búsquedas por este sello de moda.

Su propuesta de diseños sin género compuesta por uniformes, batas, playeras sin mangas, entre otras piezas hicieron brillar a dicha delegación durante la ceremonia de inauguración de Tokio 2020. Y se ganaron el interés de los entusiastas de la moda.

Sólo hay que observar los diseños para los velocistas para entender lo interesantes que fueron los diseños de Telfar Clemens.

 

 

 

 

 

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De igual manera, parece que el skateboarding no tenía un uniforme obligatorio, por lo que los participantes hicieron de las competencias sus pasarelas. Un informe de Lyst, la plataforma online británica de búsqueda de moda más grande del mundo, revela cómo la inclusión del skate entre los deportes olímpicos ha hecho que más y más personas muestren interés en el estilo skater.

Una tendencia que ya estaba entre las favoritas, pero las competencias sólo confirman que está para quedarse.

Desde Nike reportando una alza en la demanda de sus sneakers SB Dunk Low, la silueta que los skates hicieron suya. De igual forma los chalecos multicolores, los overoles blancos y prendas oversize se han robado el show como se puede apreciar en los uniformes del equipo estadounidense de skateboarding.

 

 

 

 

 

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Claro que los uniformes no sólo funcionan para representar al país con los colores y formas representativas, sino que claramente son prendas creadas por y para desempeño deportivo. Como telas aerodinámicas, con tejidos sintéticos que no se empapan de sudor, con siluetas mucho más ceñidas al cuerpo. Incluso los tenis que se utilizan, cada uno especializado y diseñado para rendir al máximo en los diversos deportes.

Y claro que también nos encontramos con las multas en Tokyo 2020 a los equipos femeninos que decidieron utilizar uniformes menos reveladores.

 

 

 

 

 

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La moda está en todos lados en los Juegos Olímpicos, y sin duda, está decidiendo las ventas mundiales de diseñadores y estilos.

Nora Morales