Fotografía de moda
Ciencia de lo humano. La mirada como forma de vida, el mundo de la fotografía. Capítulo IV
Paulina Martínez
Publicado el 10 de Octubre de 2022
La fotografía se resume en luz, encuadre y proyección. O al menos en cuestiones básicas. Sin embargo, más allá de pensar que todo comenzó como una forma de viajar en el tiempo o congelarlo de alguna manera en imágenes, después esto ha ido evolucionando y se ha convertido en todo un documento social y de arte en el que la exploración humana se adentra en la imagen, la geometría, la luz y nimios detalles para consolidar todo un discurso.
En este sentido, hoy hablaremos de una de los tipos de foto que más éxito ha tenido en el mundo de la mirada: la fotografía de moda. Hablar de moda es hablar de algo más allá de una pasarela, aparador o clóset. Se trata de un concepto antes que de una tendencia.
La moda ha pasado de ser una palabra mezquina que retrató el “modo o costumbre” en un determinado lugar o temporada, para convertirse en todo un universo, al que aún le queda mucho ingenio y estilo por explorar.
Dentro del mundo de la fotografía, Adolf de Meyer (Francia, 1868 - 1946) es considerado el pionero de la fotografía de moda gracias al daguerrotipo (procedimiento fotográfico que ofrece gran nitidez).
Se ganó este título por la delicadeza con la que retrató los detalles de las vestimentas, como los bordados más finos y texturas de las telas, y a las grandes modelos a quienes perpetuó para siempre en la memoria de la humanidad.
A partir de entonces, la fotografía de moda empezó a expandir las mentes de los más grandes fotógrafos. De hecho, el retrato que le realizó a Elizabeth Arden en 1927, es la primera fotografía considerada de moda.
Publicité pour Elizabeth Arden de Adolf de Meyer
La mirada de los fotógrafos junto con los diseñadores y modelos, han reflejado a través de nuestras vestimentas las distintas épocas por las que hemos pasado. La famosa revista Vogue, desde siempre, ha destacado por su elegancia, estilo y gran ojo para capturar todo esto en una simple fotografía. Igualmente, está Harper’s Bazaar como ícono magistral de este universo fashionista.
La fotografía de moda trasciende los lenguajes visuales, se trata de una técnica y sensibilización para captar este concepto “inalcanzable” que la moda supone. Supone retratar y capturar un estilo, un discurso y toda una historia.
La estética ha ido cambiando con el tiempo, desde su fondo ha cambiado intrínsecamente para modificar toda una manera de pensar y ver el mundo. La moda, en definitiva, nunca ha sido una única tendencia, sino todo un mundo en donde se vislumbra un estatus, estilo, pero sobre todo elegancia.
Hoy en día el discurso incluyente se ha adaptado a estas nueva miradas de la fotografía más elitistas de todas, la de la moda. Por ejemplo, Eduardo Domínguez vino a romper el paradigma de la belleza canónica. Se trata de un modelo otomí que ya está en las ligas de marcas como Louis Vuitton o Gucci.
Su historia es que fue descubierto a los 14 años por el fotógrafo Dorian Ulises López Macías, conocido por exponer La verdadera belleza mexicana en el Museo Whitney en Nueva York.
“Mi piel es color tierra, tengo rasgos que recuerdan a los dioses aztecas; esa es mi belleza”, se describe a sí mismo Eduardo Domínguez.
La moda ha cambiado, o mejor dicho, ha ampliado su panorama y la fotografía es la principal herramienta para retratar y mostrarlo. Muchos fotógrafos han pasado a la historia por conseguir nuevos conceptos dentro de este arte, como también por mostrar lo que está detrás de bambalinas para los cánones.
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