Cada vez estamos más cerca de celebrar el equinoccio de primavera, el 20 de marzo para ser precisos. Se trata de esa época del año en la que el Sol se estaciona en su punto más cercano a la Tierra en el hemisferio norte. Mientras que el hemisferio sur se colorea de tonos amarillentos y rojizos, con las hojas secas que deja el otoño, nosotros disfrutamos de la entrada del calor y el renacimiento de las flores y más colores en nuestra vista natural. 

Más allá de representar el inicio del calor, antiguamente la primavera era vista en distintas culturas como el momento ideal para sembrar. Incluso también se le atribuía al comienzo de un nuevo ciclo en donde la vida nace en diversas formas y manifestaciones, trayendo consigo energía positiva. 

Entre las tendencias y hashtags, meme sy demás que miramos a diario en internet, esa idea de #VibrarAlto está a la orden del día y así, ¿por qué no intentarlo desde las filosofías ancestrales?

No es ninguna novedad que durante esta época del año los sitios arqueológicos son los sitios más visitados, pues toda la carga ancestral que contienen, junto con su paz y tranquilidad, es lógico que hoy en día la gente se sume con vestimentas blancas para reconectar con la energía solar y la ancestral. Sin embargo, en esta ocasión sitios populares al respecto, como las Pirámides de Teotihuacán permanecerán cerrados. Por eso ahora te damos algunas sugerencias de cómo llenarte de energía sin necesidad de acudir a los sitios ancestrales, o al menos no a los convencionales.

Descubre más allá de lo típico

Un sitio hermoso pero del que poco se habla es la Isla Tzibanzá, ubicada en Cadereyta de Montes, que a su vez colinda entre los límites de Querétaro con el estado de Hidalgo. Está a tres horas de la Ciudad de México en coche. 

En este sitio puedes quedarte a dormir y hay actividades como paseos en lancha, pesca deportiva o fogata. 

Visita un pueblo mágico

La ventaja de este plan es que no sólo existe uno, sino varios pueblos mágicos en los alrededores de la Ciudad de México. Entre ellos pensamos en lugares como Tlaxcala, Guerrero, Querétaro, Michoacán, el mismísimo Estado de México, Morelos e Hidalgo. 

Malinalco

Se trata de una zona arqueológica ubicada en el Estado de México, y aunque se le conoce popularmente como “el cerro de los ídolos”, en realidad su nombre significa “lugar donde se adora a Malinalxochitl”, la diosa y hermana de Huitzilopochtli. 

Se cuenta que, durante la época prehispánica, era un centro de vigilancia y control, y también fue un centro de ceremonias de iniciación de los guerreros águila y jaguar. Definitivamente es una excelente opción para disfrutar de la entrada de la primavera, sobre todo por su carga energética y la historia que habita en sus ruinas.  

 

 

 

 

 

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Paulina Martínez