Mientras imaginamos el futuro, el presente reclama nuestra atención entre tendencias y novedades. Algo de eso y con más perspectiva filosófica es por lo que apuestan los budistas y mentes orientales. Sin embargo, también es verdad que mirar hacia adelante y dejarnos sorprender por los cuestionamientos que el futuro nos supone, también es una actividad que, de hecho, da frutos bastantes certeros a la hora de materializarse. 

Es decir, vivir el momento puede entenderse como gratitud de lo que somos y lo que nos rodea, pero también es imprescindible tener un horizonte hacia dónde caminar. En este sentido, la tecnología y las mentes científicas nunca han dejado de imaginar futuros posibles para el desarrollo de nuestra propia sociedad. 

Desde investigaciones  científicas de gran seriedad, en las que se busca la cura de enfermedades, hasta nuevas tecnologías que nos ayuden a simplificarnos cada vez más nuestra cotidianidad, son los proyectos que están respirando justo ahora en diversos laboratorios en el mundo.

Tanto lo superficial, como lo profundo, en el campo de la ciencia el agua siempre está en movimiento y las investigaciones no dejan de crear mareas. Asimismo, el mundo del tatuaje o el arte sobre nuestra piel, también evoluciona y ha evolucionado con los años. Cuando antes las tintas sí representaban cierto peligro para nuestra salud, hoy en día cada vez es más seguro tatuarse.

En este sentido, ¿te has preguntado cómo serán los tatuajes en el futuro? Por ejemplo, pensemos en la reciente película Crímenes del futuro, protagonizada por Viggo Mortensen, Léa Seydoux y Kristen Stewart, en la que la tendencia de tatuarse los órganos es un importante hilo narrativo en la trama. 

Más allá de esta cinta, nos preguntamos, ¿será que en algún punto nos cansemos de los tatuajes externos y empecemos a abogar por cosas más sofisticadas como tatuarnos los órganos? 

Quizá pensar esto es muy exagerado, pero si algo ha demostrado la realidad es que a veces las hipérboles son más tangibles que cualquier trama telenovelesca antes vista. Y es que en el mundo científico y tecnológico, el panorama de los tatuajes tiene su propio horizonte. 

¿Imaginas un tatuaje que sea capaz de atender una llamada? Bueno, en este sentido, encontramos  el concepto DuoSkin, una suerte de dispositivo que colocado sobre la piel se asemeja a un tatuaje y es capaz de controlar algunas características de los teléfonos celulares. No se trata de un tatuaje como tal, de hecho, nos recuerda a aquellas calcomanías que se vendían como tatuajes temporales en algunos snacks. 

Sin embargo, este dispositivo existe y tiene un diseño geométrico de apariencia metalizada se aplica con agua sobre tu piel, su finalidad es la de servir como un controlador para aplicaciones y dispositivos.

Si bien, esto no es un tatuaje como tal, nos hace imaginar y pensar en cómo aquellas novelas de  ciencia ficción algún día podrán convertirse en mera realidad, si no es que ya lo están haciendo. 

Por otra parte, también se vislumbra un panorama en el que los tatuajes del futuro no sólo servirán como insignia de identidad, sino que de hecho también nos dirán cómo se encuentra nuestro organismo y nuestra salud. 

¿De qué se trata?

Hablamos del Proyecto llamado The Dermal Abyss desarrollado por Katia Vega, Xin Liu, Viirj Kan y Nick Barry, investigadores del MIT en colaboración con Ali Yetisen y Nan Jiang investigadores de la escuela de Medicina de Harvard.

Se trata de una prueba de concepto que presentó un enfoque novedoso de las biointerfaces en las que la superficie del cuerpo se representaría como una pantalla interactiva. Al reemplazar las tintas de los tatuajes tradicionales con biosensores cuyos colores cambian en respuesta a las variaciones en el líquido intersticial, combinó los avances en biotecnología con los métodos tradicionales en el arte del tatuaje. 

Todavía se trata de un proyecto que no ha lanzado nada al mercado, pero estos estudios podrían significar un gran avance tanto en la ciencia como en las tendencias de la moda. Es decir, ¿por qué no ligar un concepto de identidad y estética con el de la salud? 

Estos sensores, podrían usarse para aplicaciones de monitoreo continuo, como diagnósticos médicos, autocuantificación y codificación de datos en el cuerpo.

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Paulina Martínez