El lenguaje de nuestras emociones
Mente, cuerpo y alma. Neurolingüística de las emociones, reconfigura tu mente. Capítulo III
Paulina Martínez
Publicado el 18 de Abril de 2022
El lenguaje es inherente a nuestra especie, incluso podríamos casi señalar que es inherente a la vida misma. Los canales comunicativos existen desde lo más pequeño como las moléculas, hasta lo más impensable como los planetas.
Todo es un puente comunicativo que nos traslada de un sitio a otro, para construir y edificar conceptos y experiencias. En este sentido, nuestras emociones también tienen su propio lenguaje y muchas veces no sabemos interpretarlo.
El disfraz, la máscara o la cara que mostramos al mundo es una y lo que hay detrás es nuestro verdadero ser, la esencia que no mostramos con cualquiera. Somos nuestros pensamientos y simultáneamente somos nuestros sentimientos.
Sin embargo, muchas veces no prestamos atención a estos últimos y, de hecho, a veces infravaloramos la manera en la que nos comunicamos emocionalmente. A veces pareciera que el mundo nos demanda deshumanizarnos tanto que sería mejor convertirnos en robots sin sentimientos.
Pero esto sigue siendo un tema de ciencia ficción y mientras el mundo siga siendo lo que es, más valdrá entender cómo transmitimos los mensajes que nuestras emociones desean. Porque aunque no lo hagamos conscientes, todo el tiempo estamos comunicando y transmitiendo emociones.
Por lo que entender el lenguaje emocional es una habilidad fundamental que debemos desarrollar para poder relacionarnos socialmente con el mundo y nuestros pares.
La liberación de nuestras emociones, negativas o positivas, es fundamental para nuestro desarrollo personal. Sin embargo, esto representa un verdadero problema para muchas personas, ¿cómo libero mis emociones?, ¿qué pasa si no quiero hacerlo o no sé cómo?
Los expertos en la materia de la salud mental, aconsejan que para aprender a transmitir nuestras emociones correctamente es básico identificar las sensaciones y reconocer nuestros sentimientos con los siguientes cuestionamientos:
“¿Qué estoy sintiendo?”, “¿Por qué creo que me siento así?”, “¿En qué ocasiones me he sentido de esta manera?” Nuestro cuerpo nos envía mensajes y para poder interpretarlos debemos aprender a escucharlo.
Foto: xxolaxx en Pixabay
Compartir