El cumpleaños del Sistema Métrico Decimal
Celebramos el próximo 4 de noviembre
Paulina Martínez
Publicado el 28 de Octubre de 2020
Vivimos rodeados de números y a veces lo olvidamos. Si las matemáticas no son lenguaje del universo, al menos se trata de uno con el que nuestra especie humana ha logrado entender de qué va esto a lo que llamamos vida en el vasto firmamento. Si lo pensamos de manera más filosófica o metafórica, podríamos recordar las sabias palabras de Isócrates, quien decía que “las matemáticas puras son, en su forma, la poesía de las ideas lógicas”.
Desde su abstracción y resolución, el lenguaje matemático ha significado la evolución de nuestra inteligencia humana. Es decir, sin la posibilidad numérica nuestro entendimiento sería otro y muy posiblemente nuestra vida no sería como la es ahora.
Los números, sin duda, han sido nuestros aliados desde que tenemos memoria. Pensemos en los sistemas de medición y su forma de involucrarse en nuestras vidas. El ejemplo clave radica en el caso de Francia, en donde hace más de 200 años se colocaron grabados con la palabra “MÈTRE”. Esto con el fin de introducir un nuevo sistema universal de medición.
Tal cual sucede hoy en día con la moneda, anteriormente se viajaba a cualquier parte del mundo y existían distintos sistemas de medición, por lo que se tenían que hacer conversiones todo el tiempo. Tan sólo en París, llegaron a existir más de 250 mil unidades diferentes de pesos y medidas.
Sin embargo, esto cambió entre los años volátiles de 1789 y 1799, cuando los revolucionarios buscaron no sólo derrocar la política al quitarle el poder a la monarquía y la Iglesia, sino también derrocar viejas tradiciones y hábitos. En los que se incluían los sistemas métricos.
De hecho, fue en ese periodo y con esos motivos por los que introdujeron el Calendario Republicano en 1793, el cual consistía en días de 10 horas, con 100 minutos por hora y 100 segundos por minuto. La razón medular de hacer esto fue para eliminar la influencia religiosa del calendario. A consecuencia, también introdujeron el sistema decimal en Francia.
Como podemos ver, la forma de medir el tiempo no se mantuvo. Mientras que el nuevo sistema de medición, el cual también es la base del kilogramo y del metro, prevalece aún. Y fue oficialmente el 4 de noviembre de 1800, cuando se introdujo obligatoriamente este sistema métrico.
La ciencia sigue
No cabe duda de que el lenguaje matemático sigue explorando mundos inimaginables. Desde las miles de fórmulas que sostienen teorías, sobre otras dimensiones, universos paralelos y hasta viajes en el tiempo. Es decir, quizás aún no comprobamos ninguna de esas fascinantes teorías, pero los números nos permiten soñar en la posibilidad. Porque mientras las matemáticas lo puedan resolver con sus fórmulas, es muy posible que todo esto, en algún punto, sea una realidad tangible y no sólo abstracta ante nuestros ojos humanos.
Mientras tanto, queda soñar en las novelas que la ciencia ficción no proporciona. Pero por otro lado, hablemos de cómo los sistemas de medición siguen explorando más espacio en el tiempo. ¿Cómo es esto? No hace mucho, se ha escuchado hablar del nuevo concepto del zeptosegundo, y es que se trata de algo fascinante.
Porque recordemos que mientras más claro se encuentren nuestros números, más claro está el entendimiento de nuestro entorno. Pues es verdad que este lenguaje matemático, nos expande la mente a posibilidades que quizá no habíamos pensado.
Aquí es donde radica la maravilla de este descubrimiento del zeptosegundo. Todo esto va de que los científicos lograron calcular el tiempo que tarda una partícula de luz en atravesar una molécula de hidrógeno.
Lo sorprendente, es que es algo muchísimo más rápido que un segundo. Se trata de la billonésima parte de una milmillonésima de segundo. Es decir, un cero y una coma seguidos de 20 ceros y un 1 (0,000000000000000000001 segundos).
Para aterrizar a nuestro lenguaje de mortales, pensemos en que se trata de la unidad de tiempo más corta jamás registrada (y medida) hasta la fecha y los científicos la han llamado zeptosegundo.
Estos descubrimientos nos acercan a los misterios que han estado sin resolver por siglos, como también nos acercan a un mundo en el que al tener estos datos nuestras posibilidades inventivas van creciendo cada vez más, hasta el punto de algún día, quizá, poder viajar a la velocidad de la luz.
Una vez más, queda comprobado que el lenguaje matemático es la poesía con la que todo literato y científico sueña con materializar.
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