El cine ya no es como antes... Parte I
Te presentamos algunos de los cines antiguos más emblemáticos de la ciudad
Iván González
Publicado el 17 de Septiembre de 2020
El cine es más que el séptimo arte: es el arte y nos acompaña más que ningún otro, porque frente a una pantalla puede pasar cualquier cosa. En una sala, entre la oscuridad y la indiferencia de los demás espectadores atentos a la pantalla se puede hacer lo que sea: llorar, reír a carcajada suelta, preocuparse, saltar del asiento y sentir las emociones más raras.
“El atractivo del cine radica en el temor a la muerte”, como bien decía Jim Morrison.
Además de todas estas sensaciones, desde hace más de un siglo el cine nos ha dejado muchas cosas más: figuras, estrellas, actores y actrices inolvidables, pero también grandes salas de cine, las cuales eran espacios para la socialización, intercambio de ideas y demostración de estatus.
En la Ciudad de México y su área metropolitana existieron más de 150 cines individuales que divirtieron a varias generaciones de capitalinos, desde los años cuarenta y hasta mediados de los ochenta, algunos más espectaculares que otros, pero todos con un encanto único. Con el paso del tiempo estos cines poco a poco fueron cerrando sus puertas hasta desaparecer de la ciudad, sin embargo, su historia se quedó ahí. Algunos de estos lugares fueron abandonados, remodelados con fines estéticos o siguieron proyectando películas no precisamente comerciales.
A continuación, te presentamos algunos de los cines antiguos más emblemáticos de la ciudad.
Cine Teresa
Desde un inicio se concibió como un cine para “damas”, por su elegancia y discreción. En realidad, en sus mejores años fue una sala cosmopolita, que recibía a los viajeros de la Ciudad de México que se hospedaban en el corazón de nuestro país, debido a su ubicación en Eje Central Lázaro Cárdenas 109, Colonia Centro. Tenía más de 3 mil butacas, esculturas de musas y una hermosa Venus de Canova, además de escalinata con pasamanos de cristal. Con el paso de los años se convirtió en la catedral del cine erótico (porno, pues) de la ciudad.
En sus pantallas se llegaron a presentar las mejores películas del cine de oro mexicano. Fue inaugurado en 1942 con el estreno de la película El hijo de la Furia, dirigida por John Cromwell e interpretada por Tyrone Power, George Sanders, John Carradine.
Asimismo recordamos momentos memorables del inmueble, como cuando el personaje "El Jaibo" aparece afuera del Cine Teresa en Los olvidados (1950) de Luis Buñuel, cuando Eje Central era de dos sentidos. En su última etapa su espacio de exhibición era infinitamente menor al original y dejó de lado al cine para adultos para convertirse en una sede alterna de la Cineteca Nacional durante la última remodelación de la magna institución dedicada a la preservación, catalogación, exhibición y difusión del cine en México.
Hoy en día la mala fama no lo abandona, pero ahora es una plaza comercial de tecnología y venta de celulares.
Cine Ópera
Elegante, populachero y un tanto darks, se ubica en la colonia San Rafael. Este cine inició en 1949 y estaba decorado por elegantes candelabros de cristal, espejos, muebles de lujo y en el exterior dos musas colosales que adornan su marquesina. Se inauguró el 11 de marzo de 1949 con el estreno de Una familia de tantas de Alejandro Galindo, y tenía la contradicción de ofrecer una ambientación ostentosa para ser cine de barrio y hasta de precios módicos.
Al inicio de la década de los noventa dejó de funcionar como cine y el 12 de octubre de 1998 dio un memorable concierto Bauhaus, por desgracia los asistentes que no alcanzaron boletos intentaron entrar a la fuerza, se armó un zafarrancho y la delegación cerró el inmueble hasta nuevo aviso… No solo es uno de los conciertos más emblemáticos que se han vivido en la ciudad, por tratarse de una banda de este calibre, sino por todos los sucesos que se registraron en el lugar y que con el paso de los años lo convierten en un fascinante mito, uno que solo los que estuvieron presentes pueden confirmar.
En 2011 el Ópera volvió a llamar la atención, cuando el músico Michael Nyman hizo algunas composiciones con el tema del cine abandonado e intentó una campaña de concientización para preservarlo. De igual manera el espacio fue rentado para eventos. Actualmente se halla bajo la custodia del INBA y a pesar de que en 2019 se anunció que sería resucitado, aún no se sabe qué ocurrirá con él.
Cine Latino
Con sus mil 873 butacas, el Cine Latino, inaugurado el 28 de abril de 1960, era un espacio de visita obligatoria en Paseo de la Reforma. Vanguardista en sus servicios era de los pocos recintos en el mundo en contar con la tecnología D-150, la cual utilizaba una lente especial capaz de proyectar películas de 70 mm en una pantalla curva de casi 180° y quizás el único en la capital (claro, durante los años 70 y 80) en ofrecer a su público funciones aderezadas con sonido surround.
No se pierdan la segunda parte de este listado lleno de nostalgia y gratos recuerdos
Foto: Adobe Stock
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