Dieta blanda, que no se convierta en un suplicio
Recomendaciones generales en dieta blanda
Iván González
Publicado el 18 de Noviembre de 2020
¿Cuál es la mejor dieta? Sin duda esta es la pregunta que más se hacen las personas que quieren bajar de peso, cuidar su alimentación o esculpir su cuerpo.
Muchas veces fallamos en el intento, ya que al mencionar la palabra dieta hace que tu mente piense en la comida como una tarea, un castigo o una recompensa, y esa es una de las principales razones por las que, después de unos meses haciendo todo bien, la mayoría de las personas terminan tirando la toalla y volviendo a viejos hábitos poco sanos. El ciclo se repite con una de las muchas dietas de moda que no son exactamente sustentables.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no existe una dieta genérica que podamos asegurar que funcione mejor que las demás. Cada organismo es diferente y siempre, siempre (sí, lo subrayo doble) lo que debes hacer es ponerte en manos de un nutriólogo para que ajuste tu alimentación a tus necesidades y características únicas.
Sin embargo, la “famosa” dieta blanda es una de las dietas terapéuticas más conocidas y recomendadas por los profesionales. Tal es su popularidad, que casi se asocia a una suerte de remedios de la abuela, autoprescritos para tratar los malestares digestivos más comunes.
Hay que aclarar que el propio término popular de dieta blanda puede generar confusión, se trata de una dieta de protección gástrica, de fácil digestión, que normalmente no se extiende más allá de algunos días. No está pensada para mantenerla a medio o largo plazo y el objetivo es que el sistema digestivo, debilitado, trabaje lo mínimo posible, y pueda recuperar su funcionamiento normal.
Los alimentos a tomar en una dieta blanda deben cumplir unos requisitos: La comida, preferiblemente, debe estar tibia y también se recomienda cocinarla con poca sal. Además, la dieta blanda no debe contener irritantes, picantes o condimentos en exceso, debe ser moderada en grasas, hay que emplear formas sencillas de preparación de los alimentos (cocidos, asados a la parrilla, hervidos), y evita los alimentos fritos, además de mantener una hidratación constante.
Asimismo, por lo general la comida en estas dietas debe triturarse fácilmente con un tenedor y romperse sin masticarla mucho. Y aunque hemos subrayado que todos somos diferentes, por lo general se deben evitar alimentos con semillas y cáscara, así como verduras crudas, frutas (a menos que sean muy blandas), nueces y cortes de carne duros.
Recomendaciones generales en dieta blanda
- Introducir los alimentos poco a poco, procurando que sean variados para cubrir las necesidades nutricionales básicas.
- Evitar pasar muchas horas sin ingerir alimentos sólidos, salvo en una primera fase muy estricta.
- Comer despacio, en un ambiente tranquilo, masticando bien cada bocado.
- Eliminar por completo el alcohol, el café, el té, los refrescos y los jugos comerciales, también los caseros más ácidos.
- No fumar.
- Reposar tras las comidas para facilitar la digestión
- Cocinar con muy poca sal, pocas especias y muy poca grasa, usando aceite de oliva virgen extra en mínimas cantidades.
- Evitar los dulces o los azúcares añadidos.
- Las carnes que se puede comer en la dieta blanda son de pollo, pavo y ternera en cocciones ligeras como a la plancha, hervido o al horno.
A todo se acostumbra uno, menos a no comer
En el caso de que alguien cercano tiene una cirugía o necesita consumir una dieta blanda, posterior a la valoración de un médico certificado, podrás consumir algunas de las excelentes opciones que dejamos a continuación:
- Batidos
- Yogur, pudin y helado
- Aguacate (en pequeñas cantidades)
- Puré de papas o una papa suave al horno sin piel
- Frutas cocidas, como puré de manzana
- Frutas maduras, como plátanos o duraznos sin piel
- Verduras peladas, cocidas hasta que estén blandas
- Avena y otros cereales calientes
- Pasta, cocida hasta que esté muy blanda
- Sopas suaves
- Postres de gelatina
De igual manera, las dietas de alimentos blandos generalmente se recomiendan después de una cirugía, por lo cual comer suficiente proteína es importante para el proceso de curación, pero que sean proteínas aceptadas como las que hemos destacado en esta colaboración.
Con un poco de creatividad, además, una dieta blanda no debe ser un suplicio, un momento insípido para uno y el paladar, sino una delicia que prepare tu estómago para llevar una vida más saludable y placentera.
Foto: Adobe Stock
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