A la hora de hablar de los grandes fracasos de Google que existen, siempre surge en la conversación Google Glass. La compañía de Mountain View lanzó el primer prototipo de este dispositivo en 2013, con un precio de salida que rondaba los 1.000 dólares y que prometía llevar a nuestra visión ciertas capacidades de realidad aumentada y de notificaciones. 

El primer lanzamiento apenas pasó de eso, considerándose un fracaso rotundo (impulsado también por dudas y temas complejos como la privacidad). Tan solo se comercializaron unas pocas unidades, y Google decidió descontinuar el producto en 2015 para relanzarlo en los últimos años enfocado solo en el nicho de los profesionales.

En el mercado existen otros como Microsoft con sus Hololens o Facebook con Oculus, parten ya de la experiencia que les dan sus lanzamientos en materia de realidad virtual: lentes enfocados sobre todo en el mundo gaming pero que pueden ser la base hacia otros dispositivos encaminados al día a día.  

Por otro lado, existen otros que pareciera no tener mucho impacto en el día a día. En 2016 Snapchat anunció el lanzamiento de sus Snapchat Spectacles, unos lentes que te permiten grabar todo lo que pasa a tu alrededor, imitando la forma en la que nuestros ojos ven, con un solo click y transmitir tus videos directamente a tu feed sin necesidad de quitártelos. Los lentes se cargan dentro de su propia case y le dejan saber a quienes están frente a ti que estás grabando por medio de una luz que rodea la cámara, la cual se enciende cada vez que vas a capturar un video. 

Amazon también ha puesto su granito de arena con sus Echo Frames, unos lentes que no son más que una montura convencional pero que incorporan Alexa. El objetivo es dotar un abanico cada vez mayor de dispositivos conectados a Alexa que agranden la masa de usuarios que ya han conseguido con sus altavoces. Esto no es algo menor, los análisis de la propia compañía estiman que los usuarios que tienen un acceso rápido a Alexa compran un 20% más en su tienda online. 

Ya en el campo de los rumores entra el posible prototipo en el que Apple podría estar trabajando. Por ahora poco se sabe de ellos, pero parece que Apple quiere apostar por los lentes como un complemento al iPhone, del mismo modo que lo fue en sus inicios el Apple Watch. Un anexo al móvil que poco a poco iría ganando independencia y que llegará en 2021. 

Bose alza la mano y también incursiona en el tema de los lentes. Al inicio, el concepto de Bose que buscaba integrar su tecnología de sonido con un accesorio de lujo parecía exagerado, sin embargo, cuando llegaron los Bose Frames, todo cambió. Los lentes oscuros con el sonido particular de la marca llegaron hace un tiempo, y ahora han sido actualizados con bastantes mejoras, logrando algo completamente único. 

Cabe destacar que prácticamente los lentes no son audífonos, sino que en realidad son bocinas integradas en las gafas, las cuales suenan a un nivel razonable, y perfecto que entra en los oídos como si se usaran audífonos, pero manteniendo el sonido de ambiente.  

Los lentes de sol con auriculares y asistente virtual Bose Frames pueden reproducir streaming de música, recibir y hacer llamadas, y obtener información o charlar con diferentes asistentes virtuales. Todo se lleva a cabo con la voz, en un producto ideal para los amantes de la música, los corredores y tantos más. 

Pero la pregunta es, ¿estamos preparados para llevar unos dispositivos que nos dan cierto aire de cyborg o, en un sentido aún más caricaturesco, como un Saiyajin en Dragon Ball o simplemente estar dentro de un capítulo de Black Mirror? 

Iván González