El mundo de la moda y el deporte se unen en los sneakers, las nuevas generaciones están encontrando en los tenis sus nuevos objetos de lujo, antes las personas querían un auto o una casa, ahora los más jóvenes prefieren ropa y sneakers.

El mercado mundial de sneakers en 2018 se situó en 58 mil millones de dólares y se espera que en el periodo de 2019 a 2024 siga un crecimiento anual del 7%. Es decir, es un mercado que sólo va a subir, a pesar de las crisis económicas.

Según un artículo de Business Insider, los tenis son más “prestigiosos” porque la moda se ha enfocado más en la comodidad, lo que ha logrado que los tenis se conviertan en elementos esenciales. 

Además, el cambio de los atletas, como Michael Jordan, a las celebridades, como Kanye West, Bad Bunny o Pharell Williams, aumentan el hype y la demanda. Los tenis son una declaración de moda, de comodidad y una extensión de tu personalidad.

Veamos un poco la historia del furor por los sneakers.

 

 

 

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La cultura sneaker comenzó a finales de la década de los 70 en Nueva York, como parte del movimiento b-boy y del hip-hop. La ropa urbana era toda un emblema para distinguirse del resto de subculturas y los tenis comenzaron a ser personalizables, ya fuese combinando los colores de cordones o pintando las rayas de un par de Adidas.

En cuanto un b-boy encontrase unos tenis que le gustasen, compraría un par de más para poder tenerlo a mano cuando los viejos se desgastaran.

La verdadera moda de coleccionar sneakers impregnó a todo Estados Unidos cuando Nike y Michael Jordan hicieron una alianza. En 1985, el jugador de los Chicago Bulls era una promesa y Nike lo supo, firmando con él y haciendo de Jordan el basquetbolista más joven en tener su propia línea de sneakers.

El primer par, conocido como Jordan 1, fue creado por el prolífico diseñador Tinker Hatfield, quien se había vuelto una leyenda después de diseñar unos de los modelos más icónicos del mundo, los Air Max 1.

Los sneakers costaban 100 dólares el par, pero no había tienda en las que estos sneakers de baloncesto estuvieran demasiado tiempo en la estantería. Las Jordans se convirtieron rápidamente en todo un icono de la cultura sneaker. 

Nike seguía produciendo nuevos modelos de Air Jordan cada año. Las zapatillas fueron tan populares, que a principios de los noventa, 1 de cada 12 estadounidenses tenía un par.

 

 

 

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Era tal era el amor cariño al basquetbolista que sus sneakers se habían convertido en uno de los más populares de la historia. Nike le había dado en el clavo.

Sin embargo, la popularidad de las Jordans creó una reacción algo violenta entre los aficionados a los tenis de deporte, que siempre quisieron que sus sneakers destacaran entre el resto. 

Estos sneakerheads comenzaron a rebuscar en los cuartos traseros de las zapaterías más vintage para encontrar estilos que ya no se produjeran. Lo cual llamó la atención de los creadores de tenis, viendo lo mucho que pagaba un coleccionista por tenis únicos. 

Así fue que comenzaron a producir los llamados “colorways” edición limitada, un término utilizado para describir tenis con diferentes colores y materiales disponibles. Normalmente, estas colorways se producen en tiradas muy limitadas, con menos de 500 pares de sneakers producidos y solo están disponibles en tiendas especializadas, donde se venden por encima del precio de venta que realmente tienen.

 

 

 

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Sin duda, la fiebre por los sneakers desde los ochenta sólo tiene un camino de ida, ya que cada vez son más las personas que les interesa coleccionar, aunque sea de forma amateur, los sneakers de cada empresa.

Cada uno muestra una sincera representación de la personalidad de su portador, que dentro de la moda del hyperbeast, de pies a cabeza derrocha su unicidad en el mundo.

Nora Morales