En pleno 2020, a mitad de una crisis sanitaria, y decenas de eventos inciertos que nos remontan a un escenario postapocalíptico, pareciera que retomar las tradiciones ancestrales sobre la magia y la búsqueda espiritual no es una mala idea. 

Piénsalo, las tendencias de los horóscopos y preguntar el signo solar, ascendente y el lunar en una conversación cualquiera, o buscar una lectura de cartas y demás prácticas, se ha convertido en situaciones cada vez más aceptables por las recientes generaciones. ¿Será que el escenario que se nos pinta es tan indomable que optamos por creer en ello? O simplemente, ¿será que el pensamiento mágico prevalecerá en nuestra condición humana?

Esto sin afán de demeritar ninguna creencia, ni mucho menos de atribuirle toda la razón a estos nuevos hashtags, cada vez más populares. Lo cierto es que tienen su encanto y hasta su utilidad, por ejemplo, hablemos de los cuarzos y su poder. Antes que nada, se trata de una práctica ancestral vinculada a tratamientos de bienestar. 

Minerales y su mística magia 

Primero definamos qué son los cuarzos. Se trata de minerales compuestos por oxígeno y sílice, que debido a su composición son muy resistentes y excelentes amplificadores de energía. Por lo que han sido reconocidos desde tiempos milenarios por sus propiedades místicas, curativas y energéticas.

Antiguas y diversas civilizaciones los usaban como amuletos o como accesorios de joyería. ¿Recuerdas el amuleto que cargaba siempre Kida? La protagonista de la película animada de Disney, Atlantis. Así es, en efecto era un cuarzo. En los archivos históricos se tiene registro de que comunidades pasadas los utilizaban de esta forma, debido a su poder de sanación. 

Hoy en día, quienes han resguardado las viejas creencias, siguen utilizándolos principalmente, según ellos, como bloqueadores de energías negativas. Igualmente, es muy común que se usen a la altura del corazón, la cabeza, el plexo solar o simplemente sobre en las manos (sosteniéndolos por unos minutos).

Igualmente, se utilizan como protectores de lugares. Seguramente los has visto en oficinas, hogares y demás, porque más que querer decorar, buscan conservar un empleo, armonía y demás virtudes, esto depende de la intención con la que se coloque. 

Estos hermosos cristales los podemos encontrar en distintas partes del mundo, de distintos tamaños y colores que van desde los claros como el cristal hasta los totalmente opacos. Su variedad es bastante, así como sus propiedades energéticas que pueden brindar armonía y equilibrio. Sin embargo, para saber cuáles son los beneficios de los cuarzos y cristales, exploremos un poco más sobre ellos.

¿Qué significa cada color y para qué sirve? 

Cuarzos rojos: estimulan la energía, la pasión, la creatividad y la vitalidad. Son piedras de fuego.

Cuarzos azules: el color de la calma y el equilibrio, sirven para que el ambiente se envuelva en estas cualidades, al igual que las personas. Crean atmósferas de paz y tranquilidad, además ayudan a fomentar la buena comunicación.

Cuarzo rosa: un color muy tierno para un significado bastante amable. Se le conoce como la piedra del amor, promueve el amor a ti mismo y a los demás, la confianza, paz y compasión.

Cuarzos verdes: se trata del color que envuelve y estimula hacia la empatía, la creatividad, y la abundancia. También sirven para remover la negatividad, mejoran las relaciones y atraen el éxito y la prosperidad. ¿Ya todos los queremos, no?

Cuarzo de cristal: como el de Kida, se trata del cuarzo Maestro, ¿por qué? Sus virtudes sanadoras tienen efectos sobre otros cristales. Además, se dice que también es ideal para meditar y absorber energías negativas. Ayuda a la concentración, desbloquea la memoria, estimula el sistema inmune (todos corremos por uno a estas alturas) y equilibra el cuerpo.

Cuarzo morado: es el que se utiliza para darle intención a los deseos. Aclara y calma la mente para recibir una mejor comunicación, es ideal para trabajar la espiritualidad.

Cuarzos negros: como nos gusta el café, o como el color de nuestras almas, estos cuarzos son increíbles. Son ideales para ayudarnos a soltar situaciones, personas y emociones. Así, a trabajar el desapego. Además, también ayudan a calmar el enojo y la desesperación. Son los mejores para protegernos y elevar nuestras vibraciones. Ahora ya sabemos a quién regalárselo, o lo que necesitamos. 

Paulina Martínez