Después de mucho despedir al 2020, ahora es momento de concentrarnos en el 2021 y sus magníficos eventos astronómicos. Enero, o el mes de capricornio, representa el inicio de un ciclo, una nueva oportunidad para empezar de una vez todo aquello que ya veníamos pensando hace meses. Y así como en la Tierra nos aguarda un año de sorpresas –esperemos positivas–, el manto estelar está preparado para permitirnos soñar con todo lo que la ciencia ficción y la rama científica nos ha propuesto. 

Porque así como ya podemos explicarnos muchos de estos eventos astronómicos racional y científicamente, no dejan de ser sublimes ante nuestra mirada humana y soñadora. Es decir, pensemos en nuestros antepasados y cuando apenas alzaban la mirada para no entender y hasta temer fervientemente lo que observaban, pero no por eso dejaron de maravillarse, llevándonos a estudiar lo que hay más allá del cielo. 

El 2021 inicia de una manera tranquila, pero contundente. Habrá varias conjunciones planetarias. Sin embargo, no podremos apreciarlas ya que la mayoría de los planetas estarán cercanos al Sol, lo que impedirá de manera significativa su buena visibilidad. 

De estrellas y lluvias

Antes de perder la esperanza de tener un mes con grandes espectáculos estelares, recordemos que enero es el mes de las Cuadrántidas. Es decir, es el mes de una de las lluvias de estrellas más activas en todo el año. Esta lluvia puede llegar a producir hasta 120 meteoros por hora en condiciones ideales. 

Sin embargo, a diferencia de las Perseidas (durante julio y agosto) o las Gemínidas (durante diciembre), su pico de actividad dura apenas un puñado de horas. Después de ese periodo, la actividad decae de manera significativa. Es por eso que dependerá el lugar en el globo donde nos encontremos, pues con base en eso podremos disfrutar de un hermoso espectáculo, o simplemente nos lo perderemos. 

Otro detalle importante para las Cuadrántidas de 2021 es la Luna. Así es, como si no fuera suficiente, se verán afectadas por nuestro satélite natural. Ya que este estará entrando a la fase de cuarto menguante. Por lo que su brillo será una seria interferencia, pues ocultará los meteoros más tenues, reduciendo la cantidad de estrellas fugaces que podremos observar a simple vista. A diferencia de otros años, las Cuadrántidas no serán especialmente espectaculares. Aun así, si tenemos la oportunidad de observar cerca del pico de actividad, en definitiva seguirá siendo una cita con el cielo que no deberíamos perdernos.

¿Qué más veremos?

Si bien, no se trata de astros naturales, sí podremos apreciar a simple vista a dos objetos artificiales. El primero es la Estación Espacial Internacional, la cual será posible verla desde cualquier lugar del mundo, incluso las ciudades con la mayor cantidad de contaminación lumínica, como Madrid o Nueva York. 

Por otra parte, también podremos presenciar los satélites Starlink, que aunque no se verán tan increíbles como sucedió a inicios de 2020, sigue siendo emocionante encontrarlos y distinguirlos en el cielo. 

Para la observación de ambas, habrá diferentes oportunidades, a lo largo del año, para poder observarlas. La estación será muy fácil de ver, sólo hará falta saber exactamente cuándo aparecerá y desde qué dirección. Los satélites de SpaceX ya no son tan fáciles de observar como en el pasado, pero, si tenemos cielos sin demasiada contaminación lumínica, podremos verlos a simple vista. Para consultar los horarios exactos, y para verlos, puedes ingresar en el siguiente link: Heavens-above.

La Luna de lobo

Otro evento que también merece la pena destacar es la Luna llena que habrá en este mes. Aunque en estos primeros días aún veremos los estragos de la Luna llena de 2020, porque la de diciembre tuvo lugar el día 30. Mientras tanto, habrá que esperar para encontrarnos con la llamada Luna de lobo, la cual tendrá lugar el día 28 de enero. 

Como dato curioso, te preguntarás por qué se le nombra Luna de lobo. Para esto, es indispensable recordar que a lo largo del año, cada Luna llena obtiene distintos nombres. Esto es porque en la cultura popular se fueron dando, pero aquellos que han permanecido más años y en todo el mundo, son los que utilizaban las tribus amerindias, nativas de América del Norte. 

En esta ocasión, la Luna de lobo tiene este nombre porque hace referencia a que era en esta época del año se escucha aullar a los lobos más de lo normal. Sin embargo, no es la misma historia para el hemisferio sur, pero sí tiene su equivalente, pues sería entonces la Luna del ciervo, por ser la época del año en la que los ciervos renuevan sus cornamentas. En otro ejemplo, para los maoríes de Nueva Zelanda, esta Luna llena es, de diciembre a enero, Kohi-Tatea, y de enero a febrero, Hui-Tanguru, los cuales hacen referencia al verano.

Paulina Martínez