Alto a las Red Flags: soluciona tus conflictos de pareja
Porque nada es para siempre…
Paulina Martínez
Publicado el 20 de Febrero de 2022
“Porque el alma se vacía, como el cántaro y la nube…el amor acaba”, hasta ahora, el infinito habita en lo desconocido, en el exterior, en el universo y sus posibilidades. Mientras tanto, seguimos siendo seres orgánicos, es decir, simples mortales. Somos seres finitos que se cuentan y crean historias, que se encuentran una y otra vez en escenarios idílicos para después ser desplazados por la herida a piel viva del desamor. Somos una civilización de ciencia y buscamos vida más allá de nuestra consciencia, pero también seguimos en nuestra incansable búsqueda del amor.
Queremos nuestra historia, como en las novelas, en las películas, en la televisión y en los cientos de poemas y canciones que nos recuerdan, a diario, que hay una historia que nos falta vivir, vivimos o pronto dejaremos de vivirla.
No por nada nos atraen como si fuéramos moscos yendo hacia los focos, todas las historias de los famosos. Aquellos seres aparentemente “inalcanzables” mostrando el mayor triunfo de la vida: el amor. Ver a las celebridades enamoradas también nos inspira. Muchos son los casos en el mundo de la farándula. Es decir, recientemente Rihanna anunció su embarazo con A$AP Rocky, quienes salen desde 2012, y la noticia no sólo fue enternecedora o sorpresiva, sino que nos inspiró a creer en que el amor existe y de hecho perdura.
Igualmente pasó cuando nuestra cantante y actriz mexicana, Belinda, dio a conocer su relación amorosa con Christian Nodal, músico mexicano. Sin embargo, recientemente se lanzó el rumor de que la relación había terminado. Nadie lo podía creer, ¿cómo pasó? Parecían tan enamorados, de hecho Nodal se tatuó el nombre de Belinda en el cuello, ¿qué pudo haber pasado para que su amor se rompiera?
Algo de lo más humano que existe son los conflictos. Cuando se trata de relacionarnos con los demás, siempre van a existir una serie de pensamientos o acciones que nos coloquen en desacuerdo con la o las otras personas. Es parte de nuestra evolución diferir, pero esto no nos imposibilita, de ninguna manera, el llegar a un acuerdo por las buenas. Somos seres perfectamente capaces de racionalizar y buscar el diálogo para evitar que el conflicto escale a lo irracional.
Quizá Belinda y Nodal ya no van a resolver sus diferencias, pues ambos han pedido espacio a los medios para sobrellevar su respectivo duelo. Sin embargo, muchas veces nos encontramos en situaciones en las que nuestra relación está yéndose por la borda, ¿qué hacer para salvarla?
La representación de la típica historia de amor hollywoodense, ha tenido sus fallos a lo grande. No se trata de echarle la culpa al mundo multimedia, esto viene desde la literatura y más. Simplemente merece la pena reflexionar en qué hemos vaciado nuestras expectativas en cuanto a una relación en pareja. Lo cierto es que, apenas en años recientes, estos paradigmas comienzan a romperse, y ya era hora.
Igualmente es hora de que asumamos nuestra responsabilidad respecto a cómo hemos cuidado nuestro corazón y cómo hemos cuidado el de quien nos lo ha entregado en las manos. Quizá es pertinente reflexionar e indagar sobre cuáles son los puntos claves para no caer en estos azucarados y amargos clichés. Por eso hoy te ofrecemos las claves que los expertos han dado para solucionar nuestros problemas en pareja, de una vez por todas.
Cuando algo se complica, no siempre merece la pena desecharlo. Así que empecemos por ahí, tomemos un respiro y analicemos las cosas antes de tomar decisiones desde la ira o la tristeza e intentemos aclarar la mente y el corazón.
Antes de comenzar una discusión, pregúntate qué fue exactamente lo que te molestó en el momento. Discutir o aclarar, al contrario de lo que pareciera, en realidad es sano en cualquier relación interpersonal humana que tengamos. Nos ayuda a escuchar las necesidades del otro, y viceversa, que a veces, pasamos por alto o luego ni siquiera las pensamos.
Respira y toma perspectiva
Todos tenemos derecho a molestarnos por algo, pero el punto es cómo expresamos esa molestia, o cómo pedimos las cosas. “Muchas veces lo que molesta no es lo que el otro dice, sino cómo lo dice”, advierten los expertos.
En el momento que sientas que algo te incomoda y que empieces a sentir cómo te calan los huesos, los nervios y las entrañas, primero que nada, respira.
No se trata de tener la razón, pero tampoco de ceder sumisamente. Los expertos hablan de que no existen ganadores ni perdedores: “Si queremos construir un vínculo sano y sólido, no hay ganadores ni perdedores. La ganancia o la pérdida tras una discusión es para los o las dos”.
Ponte en el lugar del otro
Empatía, hablamos de una palabra mágica y clave, que incluso sirve para resolver problemas mundiales. Empatiza y antes de suponer o armar cualquier historia en tu cabeza, misma que muchas veces puede nacer de tus inseguridades, escucha a tu pareja y lo que quiere decir.
Enfócate en lo que quieres expresar, o si es al revés, enfócate en lo que tú quieres expresar. “Cuanto más precisos seamos con nuestra demanda, mejor atendida será”, dicho en palabras de los psicoterapeutas.
El momento de negociación
Los expertos hablan de que las mejores soluciones son a las que se llegan de forma bilateral. De lo contrario, no se llegará a nada y sólo se desgastarán, ya que lo que estará bien para mí quizá no lo esté para ti. Una vez que ambas partes se hayan tranquilizado y hayan comunicado lo que sienten desde el lugar de la empatía, es más fácil negociar.
Estos tres puntos son primordiales para construir una relación sana, al contrario de arruinarla. Esto aplica para parejas, amigos y demás tipos de relaciones interpersonales. Siempre es bueno empatizar, buscar ponerse en los zapatos del otro, y escuchar tanto a nuestro corazón como al de nuestra pareja.
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