Si no todos, al menos muchos tuvimos el sueño adolescente de formar una banda de rock con nuestros amigos, esperando ser los próximos Beatles de nuestro momento. Pues fue justo después de los rezagos de los 60 y 70, que la música revolucionó a un eco adolescente global. 

Mientras las emisoras de radio se saturaban de las nuevas dimensiones sónicas, en las que los riff de guitarras grunge y la melancolía tardía de una era se apoderaba de los escenarios con bandas como The Cure, Joy Division, Stone Roses y demás, nuestro anhelo por reconciliar la rebeldía de un rock setentero con la incertidumbre de una época como nuestra adolescencia, se apoderaba de nuestra narrativa. 

A propósito de la próxima película anunciada con base en los Smiths, Shoplifter Of The World, recordamos esta historia que nos contábamos de jóvenes para vivir el aquí y el ahora, desde los acordes distorsionados del rock y todo el desfile psicodélico de discursos políticos y confusiones pubertas de nuestro contexto. 

Después de la no tan bien lograda biopic no oficial de Morrissey, England Is Mine (Mark Gill, 2017), el 2021 promete algo quizá mejor. Finalmente fue confirmado el estreno de la cinta basada en la inolvidable separación de The Smiths. 

Se trata de una premisa un tanto escueta y hasta genérica. Sin embargo, lo llamativo de esta ocasión es que en esta película parece ser que sí podremos escuchar de lleno canciones de la entrañable banda británica, ya que RLJE Films ya tiene los derechos para usar 20 canciones del catálogo de la banda, es decir, un buen repertorio de la adolescencia.

La dirección estará a cargo de Stephen Kijak, y la trama girará alrededor de un grupo de jóvenes que descubren la repentina separación de esta banda. El reparto estará conformado por Helena Howard, Elena Kampouris, Joe Manganiello y Ellar Coltrane.

Si bien, no se trata de una cinta en la que tendremos anécdotas o historias íntimas de los Smiths, sí se trata de una cinta que nos llevará a una nostalgia en la que seremos bienvenidos de vuelta al contexto de la nostalgia y la memoria adolescente que nunca morirá en nuestras mentes. 

Hablamos de un viaje a los clásicos y míticos 80 que forjaron toda una generación de imperdibles y sueños del rock. Sin embargo, debido a la situación que vivimos actualmente, el rodaje está resultando ser un proceso lento, pero se estima que la película pueda estrenarse en la segunda mitad de este mismo año. 

Mientras esperamos, vale la pena recordar aquellas películas coming-of-age que nos remontan a la época adolescente en la que nuestro rockero interior sobresalía en nuestras pupilas, pero sobre todo, palpitaba en nuestros corazones.

The Boat That Rocked, de Richard Curtis 

Con un casting conformado por Philip Seymour Hoffman, Bill Nighy, Rhys Ifans, Nick Frost y Kenneth Branagh; esta cinta está ambientada en la década de los 60, y nos cuenta la historia de una emisora de radio pirata ficticia llamada “Radio Rock”, en la que un par de jóvenes se dedican a transmitir música rock en el Reino Unido, mientras luchan porque el gobierno no los clausure. 

Sing Street, de John Carney (2016)

Se trata de una entrañable cinta en la que la nostalgia no nos dejará quitarle los ojos de encima. En esta película, nos trasladaremos a Dublín, en la década de los 80, en donde seguiremos la historia de Conor (Ferdia Walsh-Peelo). En el contexto de la recesión económica vemos a nuestro protagonista obligado a abandonar la comodidad de la escuela privada en la que estudiaba para irse a la escuela pública del centro de la ciudad, donde el clima es mucho más tenso. Sin embargo, es ahí en donde se reconoce entre el rock y la chica de sus sueños.

Empire Records, de Allan Moyle (1995)

Otro clásico del género es esta cinta de Moyle (Suban el Volumen). Protagonizada por Anthony LaPaglia, Maxwell Caulfield, Debi Mazar, Rory Cochrane, Johnny Whitworth, Robin Tunney, Renée Zellweger y Liv Tyler, esta cinta nos remonta a una comedia bastante divertida para pasar un buen rato.

“Los jóvenes empleados de la tienda de discos Empire Records (que está abierta desde 1959) se enfrentan a una de las jornadas de trabajo más trascendentes de toda la historia del local. El establecimiento está a punto de ser comprado por una cadena de tiendas, pero su encargado está dispuesto a impedirlo, comprando Empire Records a su dueño, para evitar que se pierda el estilo y la esencia del sitio”. 

High Fidelity, de Stephen Frears (2000)

La cinta protagonizada por el emblemático Jack Black, High Fidelity, nos lleva a una historia de comedia y drama, que se basa en la novela homónima británica de 1995 de Nick Hornby. La única diferencia, es que trasladan la historia de Londres a Chicago. 

“Rob Gordon (John Cusack) es un hombre amante de la música con poco conocimiento de las mujeres. Después de ser abandonado por su novia de mucho tiempo, Laura (Iben Hjejle), intenta comprender cómo fracasó en sus relaciones buscando a sus antiguas parejas”. 

Actualmente, también existe una versión nueva pero convertida en serie y está protagonizada por Zoë Kravitz y Thomas Doherty. 

Paulina Martínez